McIlroy, que todavía saboreaba la victoria de la semana pasada, empezó como un tiro, con cuatro birdies en los nueve primeros hoyos -2, 4, 7 y 9- que le dejaban con excelentes sensaciones en una segunda parte del recorrido en donde quería seguir mejorando su marcador y coger el liderato en solitario.
El joven McIlroy, que será uno de los fijos en el equipo de Paul McGinley en la Ryder Cup de Gleneagles, siguió más fuerte aún firmando birdie al 10, eagle al 11, par al 12 y birdie al 13, que le situaban con ocho bajo par a falta de cinco hoyos por jugar y con el récord del campo de once abajo de John Houston a tiro de piedra. Sin embargo, McIlroy no estuvo tan fino en los últimos cinco hoyos del recorrido y la irregularidad en su juego en este último tramo del recorrido con un bogey en el 14, un eagle en el 15, un birdie en el 16 y dos pares en el 17 y 18, le hacían acabar con nueve abajo como líder en solitario y en busca de su segunda victoria consecutiva este año en la PGA.
Por detrás de él se colocaron, con seis abajo, Paul Casey, Chris Kirk y Bubba Watson. Con cinco abajo, otro grupo de tres jugadores están cerca de la cabeza aunque tras el vueltón del norirlandés las distancias ya empiezan a ser importantes en un día en el que el campo estuvo accesible para todos aunque hubo batacazos sonados, como el del zurdo de San Diego, Phil Mickelson, que tras llegar al hoyo 15 con cuatro bajo par con un especatular birdie, firmaba bogey al 16, doble bogey al 17 y doble bogey al 18 que le dejaban a nueve golpes de McIlroy y da la sensación que sin opciones de victoria y teniendo que luchar mañana por meterse en el corte.
En cuanto a Gonzalo Fernández Castaño, único español participante en el torneo, el madrileño sigue sin estar fino. Hoy terminó con uno sobre par, a 11 golpes del líder y con una tarjeta en la que escribió cuatro bogeys y tres birdies que le dejan mañana con la obligación de firmar una gran vuelta si quiere pasar el corte del fin de semana.
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