Ya lo decía Jesús Ruiz, decano de la prensa de golf en España. Este Open de España es el Open del Selfie, ese que se hicieron a principio de semana los jugadores españoles y que ha provocado, bajo el empuje Miguel Ángel Caderot, director de Comunicación de la RFEG, y del conocido bloguero Mike Belindo, muy activo toda la semana en su twitter.
Esa corriente hollywoodense del selfie ha pasado como un torrente, y no precisamente el del cine sino el provocado por la propia Generalitat de Cataluña, que ha aprovechado el Open de España para anunciar su intención de albergar la Ryder Cup en 2022, un deseo de siempre del PGA Catalunya pero que ahora se plantea ya como "apuesta firme", según el consejero de deportes catalán, Iván Tibau.
Ese paso al frente de Cataluña por el golf es un auténtico selfie, un "aquí estoy yo", y la celebración del Open de España ha servido para poner sobre la mesa las posibilidades y de lo que son capaces caminando junto a la Real Federación Española de Golf.
El campo en perfectas condiciones, una organización precisa, numeroso público y actividades varias han dado muestra de que se pueden hacer las cosas bien. Es cierto que el campo necesitaría algún arreglo de infraestructuras para albergar a todo el público que puede atraer una Ryder, pero nada que no se pueda hacer con tiempo.
Está claro que el golf es un activo que Cataluña se ha tomado en serio, y el año que viene volverá a acoger el Open de España, esta vez en El Prat. Ya están tardando los apasionados de la tecnología y de las redes sociales para inventar algo de cara a la edición de 2015. Eso sí, no olviden que el ganador del Open es de los románticos, un hombre que disfruta de la vida a pesar de no tener Twitter.