Era niña de largos silencios y ya me querías bien... Tu mirada buscaba la
mía, jugabas a ser mujer... Pocos años ganados al tiempo, vestidos con
otra piel... Y mi vida que nada esperaba, también te quería bien... Te
extrañaba yo tanto que al no verte a mi lado yo soñaba con volverte a
ver, y entre tanto te estaba inventando de niña a mujer...
Esta canción que Julio Iglesias le dedicó a su hija Chabeli bien podría ser el resumen de la historia de amor de Lydia Ko con los campos de golf, donde ha pasado de ser una niña, a ser una mujer, y una de las 100 personas más influyentes del mundo según acaba de publicar la revista Times. Impresionante. A la altura de Beyoncé, Serena Williams, Hillary Clinton entre políticos, directores de cine y empresarios de todo el mundo, un auténtico reconocimiento mundial.
Y este reconocimiento se publicó cuando aún tenía 16 años, sin victorias desde que le hicieron miembro del LPGA Tour, y cuando no estaba en el podium del ranking mundial.
El Swinging Skirts LPGA Classic, nuevo torneo en el calendario LPGA que se ha disputado en California, ha supuesto el punto de inflexión: la coreana afincada en Nueva Zelanda ha firmado su primera victoria desde que es miembro del LPGA -recordemos que este estamento tuvo que cambiar sus estatutos para acoger a esta estrella mundial por debajo de la edad establecida-, y ¡de qué manera lo hizo! con birdie en el hoyo 18 para evitar un play-off con la, hasta ese momento, número 2 del mundo, Stacy Lewis. Ko cumplió 17 años el primer día de competición en la semana de su victoria. Y con este triunfo ha desplazado a Lewis para colocarse la número 2 del mundo.
Cuando Ko quiso jugar a ser mujer con 14 años me pareció un auténtico infanticidio; con 17 ha demostrado al mundo que puede ser la mejor. No dudo que, en breve, se coronará número 1 del mundo. ¿Y luego qué? Siendo menor de edad ya lleva 4 años a pleno rendimiento en una carrera deportiva de las más largas, la del golfista. ¿Mantendrá este nivel de juego en los próximos 10 años, por decir algo? Lo encuentro agotador. ¿Será capaz de mantener la ilusión que muestra, en cada torneo que juegue? Ojalá. Habrá que ver cuánto puede aguantar esta responsabilidad que se exige de ella, una mujer que desde que es niña está en el punto de mira y que se espera que demuestre, casi cada semana, que lo suyo no era un capricho infantil.
Esa niña de largos silencios volaba tan alto que mi mirada quería alcanzarla y no la podía ver... Y es que el alma le había cambiado de niña a mujer... insisto, una de las más influyentes del mundo, según la revista Times.