Tras su excelente actuación en el Masters de Augusta donde terminó cuarto, Miguel Ángel Jiménez se trasladó, casi sin solución de continuidad, al TPC de Sugarloaf para disputar su primer torneo del Champions Tour esta temporada -y quizá el único en bastante tiempo- antes de volver a Europa para encarar su gran reto de este año: meterse en el equipo de la Ryder Cup que se disputará en Gleneagles el próximo mes de septiembre.
Y ayer, tras los primeros 18 hoyos, "El Pisha" demostró que todavía está muy lejos en el tiempo de jugar este circuito de manera regular. Dejó clara tanta superioridad con todos sus rivales que se hace difícil, a pesar de sus 50 años, imaginar al malagueño dejando el golf de máximo nivel para disputar torneos de tres días con sus iguales en edad. Ayer Jiménez parecía el Joprdan Spieth del Champions Tour, como si en vez de 50 tuviera tan sólo 20 años.
En sus primeros nueve hoyos Miguel Ángel Jiménez estuvo tímido, buscando su lsítio y como acostumbrándose a un campo y a un lugar en el que estaba algo fuera de lugar. Un birdie y ocho pares fueron un modesto balance para la primera parte del recorrido del malagueño que en los segundos nueve hoyos puso en marcha el motor de su juego y reventó literalmente la clasificación con cuatro birdies más que firmó en el 10, en el 13, 14 y 15 y un eagle especatcular en el 18 que levantó de sus asientos al público y que le colocaba como líder en solitario del torneo dejando por detrás a una pléyade de figuras que no se creían lo que estaban viendo.
En su primera vuelta en el Champions Tour, Miguel dejó claras sus intenciones. Jugar, pasárselo bien y hacer su juego. Desde luego está en otra onda y en otro nivel. Jugdores como Langer, que busca su vigésima victoria en el Champions Tour, Fred Couples, que tan buen papel hizo en el Masters la semana pasada, o profesionales de la talla de Montgomerie, Perry, Sluman, Waldorf, Haas, Sindelar, Funk o Nicke Price, se quedaron con la boca abierta viendo al de Churriana. Seguro que ahora entienden muchas cosas viéndole jugar y se cren mucho más el sueño de Miguel de estar en Gleneagles.
Tras terminar su vuelta "El mecanico", como le conocen en Estados Unidos y Europa, aseguró que "jugar este torneo le apetecía porque estaba cerca de Augusta y así tendría la oportunidad de ver que le puede ofrcer el Champions Tour para el futuro". "El secreto está en trabajar y cuidar los detalles pequeños", dijo. Kenny Perry no pensaba en un debut así del malagueño. "Creí que tendría una decepción en su primera vuelta,pero no ha sido así", dijo. "Este circuito es mucho más relajado. El ambiente es muy diferente. Yo no sabía lo que iba a hacer hoy. Honestamente no cría que él haría 65 golpes, pero es un jugador increíble y muy divertido de ver jugar. Él siempre me da algunos puros para mi padre y son los puros más grandes que he visto en mi vida".