Una semana cualquiera

Porque efectivamente este puente ha sido una semana cualquiera, donde los españoles habían acudido a competir y a lograr triunfos. Este año se han resistido pero lo cierto es que han estado cerca en muchas ocasiones. La diferencia de esta semana es que en esta ocasión se han conseguido y además a bombo y platillo. La victoria número 20 de Miguel Ángel Jiménez, a sus 50 años, en su cuarto triunfo en el Open de Hong Kong y con un putt de los que hacen afición, con el añadido de venir de una lesión de tibia y peroné en enero, es para salir a la calle a celebrarlo.

Otra de las celebraciones es la útima ronda de Sergio García en Sun City, con 65 golpes, a base de ocho birdies y un bogey, para quedarse a dos golpes de la victoria sólo porque otro veterano, Thomas Bjorn, de 42 años, también firmó 65 golpes con dos eagles. Ante eso no se puede luchar.

En el lado femenino, Carlota Ciganda ha terminado tercera en la final del LET en Dubai, confirmando su buen año, el segundo como profesional y con buenas perspectivas para 2014 en la LPGA, donde estará acompañada por Azahara Muñoz, Beatriz Recari, Belén Mozo, y María Hernández, que ha logrado de manera brillante la tarjeta con un noveno puesto en la Escuela. Marta Silva, también se dejará ver, con una tarjeta condicionada.

Éxitos que no dejamos de celebrar. Pero hay más. La semana de Javier Colomo y José Manuel Lara ha sido brillante. Reluciente. Ambos han terminado quintos en Hong Kong y aunque han sido "eclipsados" por el triunfo de Jiménez, no se puede obviar el esfuerzo de estos dos profesionales. Javier Colomo está protagonizando un sprint al final de temporada digno de un campeón, y José Manuel Lara, que no ha podido mantener la tarjeta europea este año, ha aprovechado de la mejor manera su visita a Hong Kong.

Son dos ejemplos de que cada semana, el mundo del golf cuenta con muchas opciones de triunfo para los españoles. Esta vez ha habido victorias y todo se ve más fácil, pero hay que reconocer que semana a semana el golf español pelea por triunfos en todo el mundo, convirtiendo en rutina lo que ha pasado ese puente. Es la grandeza del deporte.