No pudo ser. Madrid no albergará los Juegos Olímpicos de 2020. Lo decía desde Buenos Aires a Elperiodigolf el presidente de la Real Federación Española de Golf, Gonzaga Escauriaza. Madrid 2020 hubiera supuesto "un cañonazo para la afición y un examen final que garantiza el interés del público".
Madrid 2020 ha tirado una bola al agua en su particular partida. Ha habido mucho trabajo detrás, un entrenamiento riguroso fruto de las tres presentaciones consecutivas, y en cuanto al golf, llegaba el momento de ese cañonazo para embocar de la mejor manera. Pero el golpe ha salido desviado, un golpe que hubiera supuesto ese empujón definitivo al golf español.
Sin la ilusión de Madrid 2020 el golf pierde un motor que era muy importante. Ya se había puesto en marcha una maquinaria cuando fue nombrado deporte olímpico en 2009, o cuando Madrid presentó su candidatura para albergar la Ryder 2018, y también de cara a Río 2016, pero ahora habíamos llegado todavía más lejos. En todo caso es necesario mantener ese espíritu y abrir las puertas del golf de par en par porque un deporte olímpico es un deporte abierto.
Habrá que intentarlo de otro modo pero con la misma determinación. Tendremos, seguro, muchos más motivos para promocionar y popularizar el golf, pero la realidad es que ha sido una pena porque la oportunidad era única.
Si (
No(
