Comenzaba el sábado para Miguel Ángel Jiménez de una manera difrente. Llegaba al tee del uno con unos pantalones azules al más puro estilo escocés. Chillones pero elegantes, esa es la verdad. Y no le dieron suerte. No se por qué, me dá que esos pantalones van a tardar mucho tiempo en volver a tapar las piernas del "Pisha". Ayer, desde luego, no le dieron suerte. De -3 y líder del torneo pasó a +3, y a seis golpes del líder, el inglés Lee Westwood, y con sus opciones de ganar su primer Major bastantes reducidas.
"Hoy no he disfrutado, me cago en la leche", decía el de Churriana maldiciendo su mala suerte y lo difícil de un campo que sigue haciendo su criba. Hoy ya sólo hay tres jugadores por debajo del par del campo, el líder, Lee Westwood, el número uno del mundo, Tiger Woods, que acabó con uno bajo par, y Hunter Mahan, que también terminó a media tarde con uno abajo tras sus terceros dieciocho hoyos.
En Merion, en el US Open, el ganador del torneo, Justin Rose terminó con +1 y fue el campo el vencedor moral del torneo. En Muirfield parece que las cosas van por el mismo camino a sólo 18 hoyos para terminar.
Y en esas circunstancias jugadores como Sergio García tienen todas las posibilidades de seguir mejorando. Ayer, tras dos días muy malos, se rehizo y firmó con Hunter Mahan y el sudafricano Richard Sterne las mejores tarjetas del día con 68 golpes. El castellonense, sentado en la casa club vio como según iban pasando los hoyos y las horas subía en la tabla hasta terminar rozando el Top-Ten y soñando, por qué no, en una remontada histórica para luchar por la victoria. Algo que en 2009 hizo en Carnoustie el norirlandes Padraigh Harrington cuando remontó al propio Sergio García esos golpes para "robarle" lo que hubiera sido su primer Major.
Hoy, el partido estelar lo confiormarán dos hombres que también necesitan ganar como sea este Open Championship. Tiger quiere espantar definitivamente a los fantasmas que le rondan desde hace ya cinco años y 20 Majors y Westwood, como Sergio en 2009, ve que se le presenta la mejor oportunidad de su vida par entrar en el selecto club de los que han gando un Major. Esa puerta la tiene ahora entreabierta y no quiere perder la oportunidad de entrar para quedarse.
Por detrás de ellos el resto. Todos entre el cielo y el infierno. Habrá que esperar a ver los pantalones que hoy se pone el "Pisha", la sonrisa de Sergio, la tranquilidad de Rafa Cabrera Bello y el cuajo de Eduardo de la Riva y Gonzalo Fernández Castaño para ver si son capaces de seguir subiendo posiciones y luchar contra los mejores del mundo. Todos quieren ganar a Muirfield si no ganan la Jarra pero me da la sensación de que muy pocos lo conseguirán.