lunes 28 de mayo de 2012, 00:00h
Después del fantástico cuarto puesto de Miguel Ángel Jiménez en el BMW PGA Championship no queda más que descubrirse ante el poder de trabajo, superación, esfuerzo e ilusión de "El Pisha" por demostrar cuanto antes que ha vuelto para quedarse y que tras casi cuatro meses de inactividad sigue estando al mismo nivel -o mejor- que cuando tuvo que parar por esa rotura de su meseta tibial de la pierna derecha.
Jiménez siempre ha dicho durante estos últimos meses que "volvería" y que "volvería para estar de nuevo al mismo nivel. Que el golf era su vida y que tendría que pasar algo muy gordo para que dejara de jugar".
Para ser sinceros, yo pensé que esta lesión le podría hacer mucho daño a un hombre que esta semana, precisamente en Wentworth, ha cumplido 600 torneos en el European Tour. Sinceramente, pensaba que no se podría recuperar al cien por cien, que no volvería a jugar de la misma manera y que su juego de máximo nivel se resentiria cuando llegara el momento.
Cuando anunció que jugaría en El Saler para apoyar el Open de España pensé más en una temeridad que en las ganas de volver de Miguel pero reconozco que hice una mala lectura. "El Pisha" no jugó el Open de España porque ya estuviera recuperado sino porque quería, una vez más, dar con su presencia, incluso mermado, todo el apoyo posible a un Open de España que volvía a un gran campo y que ante ausencias importantes de jugadores extranjeros había optado por contar con todos los españoles en liza y él, claro, no podía faltar a la cita.
Tras cada una de las dos vueltas que jugó, Miguel terminó con la rodilla hinchada como una pelota de futbol, pero a él le daba igual. Había cumplido con una parte de su recuperación. Se había demostrado que podía volver a estar ahí arriba y que las buenas sensaciones llegarían antes o después con los palos en la mano.
Y en Wentworth, el campo inicialmente previsto para su reaparición, volvió a jugar como sólo él sabe hacerlo. Sus tres últimas vueltas fueron espectaculares y sus dos últimos hoyos para enmarcar. Birdie al 17 y eagle en el 18 para quedarse a un golpe del Play-Off y quizá poder haber optado a su victoria número 20 en el Tour Europeo.
Tras verle jugar el fin de semana no me queda duda de que antes o después conseguirá esa vigésima victoria como tampoco me queda duda alguna de que Olazábal hará algo grande todavía en un torneo de golf.
Lo de ayer en la previa europea de Walton Heath es de nota, clasificándose para jugar el US Open después de dos vueltas de 18 hoyos y 36 agujeros entre pecho y espalda antes de viajar a Suecia para disputar el Nordea Masters.
Con "abuelos" así el golf español tiene una continuidad asegurada aunque imagino que no todos están hechos de la misma pasta. Su piel es seguro que más dura, su corazón más resistente y sus ansias por estar ahí por dar bien cada golpe y por darlo todo en el campo únicas. A las pruebas me remito.