El Saler, la tierra prometida

Por delante tenemos otros 365 días para seguir soñando, esperando que la situación económica mejore de una vez y para que el Open de España no sea en 2014 el único torneo del Tour Europeo que se juegue en nuestro país.

La cosa está complicada, es verdad. Pero no es imposible. Viendo como ha estado El Saler estos cuatro días, la cantidad de gente que ha acudido al campo valenciano a ver a sus ídolos y la cantidad de niños que disfrutaban correteando y viendo buen golf en el campo de Javier Arana queda, sin duda, un ápice de ilusión para pensar que la cosa -la maldita cosa- mejorará alguna vez.

Económicamente este Open de España se ha hecho con menos recursos con los que se hizo el de la edición de 2012. Pero como siempre dice Gonzaga Escauriza, presidente de la RFEG, "menos gasto y más inversión". Y este Open en El Saler ha tenido mucho de eso, de inversión, de soñar y apostar por recolocar a un recorrido como El Saler en el mapa de las rotaciones de un Open de España al que ha llegado para quedarse.

El golf español no puede permitirse el lujo de no tener un torneo en este campo cada año. Es cierto que en 2012, cuando el Open se jugó en el Real Club de Sevilla, todo el mundo aseguraba que no haabía campo mejor para albergar un Open. Pero no es cierto. El Saler está a su altura y en algunos aspectos, sin duda, lo supera.

El año pasado había mucha gente en Sevilla viendo el Open pero este año me da la sensación, sin saber las cifras oficiales, que aquellos números se han superado esta vez.

El público en general, los muy aficionados e incluso los jugadores -por supuesto también los españoles- quieren golf en nuestro país. Y golf de muchos quilates con nuestros mejores jugadores y muchos de ellos luchando por la victoria hasta el final.

Esta vez no ha podido ser pero seguro que hay otras posibilidades. Y ojalá que las podamos vivir en otros Open de España, y en esta tierra prometida que es El Saler.