Rory hace las paces consigo mismo

"He estado entrenando estos días muy fuerte y parece que las cosas están llendo un poco mejor", decía el número uno tras su espectacular última vuelta en el Blue Monster de Doral en la cuarta y definitiva jornada de un Cadillac Championshiop en el que, por fin, el número uno del mundo despertó de su letargo.

Hoy no le molestó ninguna de las muelas del juicio, ni estuvo perdido con su swing. Desde el primer momento, Rory Mcilroy jugó de maravilla, hizo una gran vuelta como las hizo casi todo el año 2012, jugó muy bien desde el tee y volvió a patear como él solo sabe hacerlo.

Resultado: siete bajo par, un eagle en el 1 nada más empezar y cinco birdies más en el 5, en el 10, 11, 16 y 17 que le colocan bastante más arriba en la clasificación general y serenando los ánimos de quienes creían que el norirlandés no había sabido subirse adecuadamente al carro de los grandes contratos y la presión de tener el número 1.

Ahora sólo falta saber si esta vuelta de siete bajo par se repetirá con frecuencia o volverán las malas noticias de esos torneos en los que no pasó el corte, se retiró o fue eliminado a las primeras de cambio.