Épica y Olímpica
Por
Constantino Mediavilla
lunes 01 de octubre de 2012, 00:00h
Lo más bonito que podía pasar, pasó. Emoción hasta el último putt del último hoyo. Para los que apostamos por AMÉRICA para esta edición, la enorme alegría de habernos equivocado viendo remontar a Europa. Para los que apostaron por Europa la alegría de haber pronosticado lo que pasó.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto del golf en televisión como con esta Ryder. Es más, empezaba a aburrirme sobremanera por exceso de sillón-golf. Pero el Match Play en estado puro, la Ryder Cup, y lo incierto del resultado me han devuelto al mundo de los enganchados. Y no sólo al golf amateur como practicante, haciendo que mi mono deportivo aumente, sino como enganchado a la retransmisión de este gran espectáculo deportivo. Ambas cosas son buenas y seguro que exportables a lo que habéis sentido muchos de vosotros.
Cierto que esto no pasa sólo con el golf. El fútbol semanal por televisión me aburre sobremanera, pero la Eurocopa o el Mundial son otra cosa. Ahí puedo disfrutar un Nigeria-Croacia con la misma devoción que un Brasil-Alemania. Y viene la reflexión al hilo de la importancia, aún no suficientemente valorada a mi juicio, de la inminente incorporación del Golf como deporte Olímpico. Habrá un antes y un después de la próxima cita en Río de Janeiro y sobre todo, ojalá, se multiplicará el número de jugadores amateurs en todo el mundo. La cita Olímpica ayudará a consolidar y fortalecer, incluso rejuvenecer la imagen de este deporte.
Olazábal, que se consolida como el Gran Capitán Europeo -junto a su inseparable SEVE- ya nos ha dejado esta Ryder la enseñanza de la humildad y la lucha hasta el último hoyo. La lección de no dejar de creer en que es posible ganar siempre, por difíciles que se pongan las cosas, pero sobre todo que en España -este año sí- casi todos sepan ya lo que es La Ryder Cup, que por cierto y no tardando, debería volver a celebrarse en nuestro país como uno de los mayores espectáculos del Mundo.