Europa es la gran favorita

Hace poco Davis Love III justificaba las malas actuaciones del combinado norteamericano en las últimas ediciones soltando una frase que dejaba un poco en fuera de juego a los diferentes equipos estadounidenses de las últimas ediciones de la Ryder. "Este año si que tenemos un buen equipo", dijo.

Y es verdad. El equipo norteamericano que Love lleva a Chicago es excelente, con grandes jugadores y con hambre de victoria. Es cierto que va a contar con el apoyo del público -ya se han vendido todas las entradas-, con un campo que va a ser el más largo de la historia de la Ryder y con la necesidad casi imperiosa de ganar en casa.

Una nueva derrota sería casi imperdonable y los europeos retornaría a casa de nuevo con una copa que ha dormido en el Viejo Continente en seis de las últimas diez ediciones. Un balance que empieza a ser preocupante para los americanos que necesitan y quieren ganar para equilibrar un poco el marcador en estos últimos años.

En donde si parece Europa claramente superior es en el staff técnico donde José María Olazábal es una institución en esta competición y ha sabido rodearse de cuatro vicecapitanes a la altura de las circunstancias y con mucha experiencia en el torneo, tanto desde el aspecto de jugador como en el de vicecapitanes.

Otra de las bazas con las que cuenta Chema Olazábal es con la confianza de un equipo que se sabe una piña, capaz de hacer frente a los americanos no sólo en los partidos de Foursomes y Fourballs sino también en los individuales, donde históricamente los americanos han sido superiores.

Además, el empate le vale a Europa con lo que a la hora de hacer números la igualdad siempre entrará en los palnes de un capitán que sabe que la misión es difícil pero no imposible.