Cuando uno juega en el Old Course hay tres lugares míticos en el recorrido. El primero la salida del tee del 1 con el Royal & Ancient a las espaldas, el segundo el puente del hoyo 18, donde todo el mundo se hace una foto y el tercero el Old Course Hotel y ese tiro desde el tee en busca de la calle por la "Vía Seve", una auténtica experiencia.
En los links que forman el hoyo 1 y 18 del Old Course -de ahí toman su denominación el resto de campos considerados como links- hay una parte igual de conocida que esos dos hoyos y el Royal & Ancient, se trata del Old Course Hotel.
Un cinco estrellas de 166 habitaciones y 35 suites reconocido como uno de los mejores del
mundo y que también se conoce por todos los golpes que los mejores jugadores profesionales han dado en el tee de salida del 17, frente a él, en la calle o en el green y los bunkers del penúltimo hoyo de St. Andrews.
Sin embargo fue en 1984, cuando Seve ganó el Open

en St. Andrews, cuando una nueva vía se abrió para jugar este hoyo, un complicado dog-leg a la izquierda considerado como uno de los hoyos más complicados del campo.
Hasta ese año todo el mundo jugaba a la izquierda del hotel, intentando acercarse al hoyo por esa parte y dejándose en la mayoría un segundo golpe muy complicado y lejano al green. Pero en esa edición del torneo, Seve empezó a jugar el hoyo por encima -literalmente- del hotel acortando mucho las distancias y dejandose posibilidades de hacer el par, incluso el birdie.
Hoy esa "Vía Seve" es la utilizada por los jugadores para dar el driver desde el tee. Una vez

allí, y si se tiene suerte se puede coger green y si no podrá pasarle lo que le sucedió a Jiménez en 2010.
Golpe al lado del muro y approach genial. Y es que el 17 y el Old Course han visto muchos golpes históricos a lo largo de su vida.