Las tormentas se ceban en el Masters

La fiesta de los pares tres terminó suspendida y no se pudo acabar. La organización tuvo que desalojar inmediatamente todo el campo y tanto jugadores como público se vieron obligados a dejar el Augusta National en espera del comportamiento de una tormenta que ha hecho de las suyas.

Los desperfectos han sido importantes, con árboles caídos, que incluso han destrozado alguna de las gradas montadas junto a los greenes. Por si todo esto fuera poco, ha caído mucha agua y de manera muy violenta y, según las últimas noticias, los desperfectos, sobre todo en los bunkers han sido muy importantes.

Lo malo de esta situación es que hay muy poco tiempo para reaccionar, aunque operarios y manos para ayudar hay de sobra en Augusta que, seguro, tendrá preparado todo para el comienzo del torneo en espera, eso si, de que la tormenta y su magnitud no vuelvan a repetirse hoy, algo que parece, cuando menos complicado ya que las previsiones dicen lo contrario.

Una situación que complicará el juego de los profesionales y el normal desarrollo del torneo. Sin embargo, parece que el sábado y el domingo las condiciones serán mejores y el sol será de nuevo protagonista. Ayer mismo Phil Mickelson, ganador del torneo en tres ocasiones y uno de los grandes favoritos a la victoria decía que "los greenes -sobre todo por las lluvias caídas- no estaban tan rápidos como otros años, con lo que el campo no iba a estar tan complicado, aunque si algo más largo ya que el agua ralentizaría, sn duda, las largas calles de Augusta, haciéndolas un poco más largas para los jugadores".