¿Resurgir norteamericano?

Llegados a la semifinal, Rory McIlroy y Lee Westwood parecían los claros favoritos y se hablaba de una final anticipada, del poder europeo sobre el golf mundial y del mantenimiento en los primeros puestos del Ranking Mundial de cuatro jugadores del Viejo Continente.

Por si todo eso fuera poco, Tiger Woods, del que continuamente se habla de su casi definitiva recuperación, volvía a ser eliminado a las primeras de cambio después de ganar a Gonzalo Fernández Castaño de milagro y caer luego en segunda ronda.

Parecía que daba un poco lo mismo que Luke Donald hubiera sido eliminado por un Ernie Els, que no atraviesa sus mejores momentos de forma, y daba también lo mismo que nuestros cinco representantes cayeran a las primeras de cambio en un torneo en el que también nos habíamos creado muchas espectativas.

En el bando americano saben de la importancia de cada torneo de cara a la Ryder Cup de Chicago el próximo mes de septiembre y son conscientes de que es verdad de qu,e hoy por hoy, no dominan como lo hacían antes. Pero menospreciar a unos rivales como ellos no es inteligente. Mahan y Wilson, sin ser dos primeros espadas mundiales, han dejado claro que los norteamericanos no se rendirán fácilmente y que el dominio del golf europeo en los últimos meses cada vez es menor.

Europa atraviesa por un momento dulce pero los americanos siguen buscando su identidad y sus nuevas figuras y también tienen hombres y nombres para plantar cara a cualquiera. Ser número uno del mundo no es fácil pero da la sensación que cada vez les va a costar más a los europeos mantener esas plazas de dominio.

De los 10 primeros jugadores en el Ranking Mundial, 4 son europeos, 4 americanos y 2 australianos. Entre los 20 primeros empieza el dominio americano, con 10 estadounidenses, 6 europeos, 3 australianos y un asiático, mientras que entre los 30 primeros del Ranking Mundial hay 14 americanos, 11 europeos, 3 australianos, un asiático y un africano.