Tras su espectacular victoria, con eagle incluido en el 18, Alvaro Quirós estaba feliz y exultante tras sus segundo triunfo de lña temporada en un año en el que termina como vigésimo primer jugador en el Ranking Mundial.
En la entrega de trofeos Quirós aseguraba que
"durante los nueve primeros hoyos estaba intentando aguantar el resultado y mantener la primera posición pero me estaban atacando por todos lados. Había muchos jugadores detrás de mi que intentaban alcanzarme y eso no era fácil".
Pero los mejores momentos de su golf llegaban a partir del hoyo 10.
"Ha sido muy emocionante. He intentado poner todo mi foco en la victoria y en el buen juego. No ha sido fácil pero al final lo he conseguido. Siempre he pensado en la victoria".
Sobre su pegada Quirós aseguraba que es su manera de jugar pero que la pegada no lo es todo en el golf.
"Hay que jugar bien. Sólo basta ver a un jugador como Luke Donadl, al que le saco bastante distancia. Al final el es el número uno del mundo, lo que demuestra que en este juego lo de pegarle a la bola mucho no lo es todo".
Sobre el 18, Quirós era muy claro. "En el 18 pegué una buena madera tres de salida y otra de segundo golpe. Al llegar al green pensaba en darme una oportunidad dejándola cerca y a la vez meter presión a Paul, pues contábamos que tenía opción de birdie. Además, acabábamos de ver el final de Luke Donald y también eso me preocupaba, pero sabía que si yo hacía el birdie podía ganar el torneo. Era un putt bastante largo, entre 13 y 14 metros de derecha a izquierda, ¡y no sólo la dejé cerca sino que entró!"
Tras su victoria, Quirós se quitaba esa mala sensación de lo que le había pasado la semana pasada."Toda la emoción de las últimas semanas y los pensamientos positivos salieron a flote al meter ese putt. Estoy muy contento. Creo que, entre comillas, se ha hecho justicia después de la semana pasada. Llevo tiempo jugando bien pero en Hong Kong el putt no me acompañó, el último día fue una pena. Esta semana he jugado igual de bien pero he conseguido meter los putts. Todo sirve de aprendizaje, las cosas siempre suceden por alguna razón".
Una victoria que como aseguraba Quirós, se debía a todo su equipo. "Sabía que tenía que dar un pasito adelante y por fin lo he conseguido. Han sido dos semanas de gran trabajo y esfuerzo. Todos los días, al terminar la vuelta, me reunía unos diez minutos o un cuarto de hora con Johan Elliot y Claes Nilsson, mis managers, y luego yo le contaba a Mike Kerr, mi caddie, lo que habíamos decidido. También he estado en constante comunicación con Tita Lozano, mi psicóloga, y el esfuerzo ha dado su recompensa: he sido capaz de ver la botella medio llena".
Además de la victoria a Álvaro le encantaba verse de nuevo entre los 50 primeros del Ranking Mundial.
"A pesar de todo, no hay que perder de vista la objetividad, he ganado un torneo y he cumplido con creces la meta de terminar entre los 50 mejores del mundo –una situación en la que ya había estado con anterioridad- pero, a partir de ahora, me gustaría mantenerme ahí y ser más regular. Espero que sucedan cosas más grandes".
"Ha sido una victoria especial, aquí estaban los cuatro mejores del mundo y muy buenos jugadores, pero ganar el Open de España en Sevilla fue igual de especial, o más. Hoy más bien parecía un torneo a Match-Play, Paul ha ido presionándome todo el tiempo y al final también se ha metido Luke Donald en la pelea".