Este país necesita golf: "Civismo"

Una de los primeros objetos que cayó en mis manos cuando empecé en esto del golf, fue un folletín con dibujos de una selección de normas de etiqueta, cada página que pasaba la trasladaba a situaciones de la vida real y siempre llegué al convencimiento que ese librito podría ser usado en cualquier colegio del mundo como asignatura.

Basta  repasar alguno de sus apartados (la consideración con otros jugadores, la prioridad en el campo, las huellas en los bunkers, el reponer las chuletas, los desperfectos en los greens, la puntualidad en el horario de salida, el respeto cuando un jugador está en stance  etc. etc.).

Imagínense un país donde el respeto por las opiniones, el ceder el paso a los demás, usar los contenedores y papeleras, ceder el asiento a las personas mayores en los transportes públicos, la puntualidad , el escuchar cuando otros hablan o actúan etc.

En mi retina siempre guardo algunas imágenes que avalan mis opiniones. UNA: Los restos de un botellón celebrado en una ciudad española a las ocho de la mañana, sin entrar en detalles realmente  deprimentes, sin entrar en detalles, y no tengo nada contra los botellones, todos hemos sido jóvenes, pero si contra la desidia y el poco civismo de no dejar el lugar en las mismas condiciones en que se encontraba.  LA OTRA:  dos colegiales saliendo de una escuela de un pueblecito escocés con una cartera en una mano y con un driver en la otra, dejando la acera libre a una anciana que venía de frente, me pregunto si en esa cartera iba el famoso librito, esta última imagen,  de  las más importantes en mi peregrinaje por el Camino de Sant Andrews. 

Aún recuerdo durante un cursillo de reglas de golf, donde el profesor preguntaba ¿si encontramos una bola apoyada sobre un bote de refresco vacío en un bunker, cómo debemos actuar? A lo que un alumno aventajado  respondió:  eso es imposible en un campo de golf.

Respuesta para meditar.
A primeros de Noviembre se celebra el tercer Cad-Am en el espectacular campo de Flamingo´s Golf, brillante iniciativa  de la APEI, donde nuestros futuros campeones  empiezan a compartir  esas enseñanzas con golfistas amateurs del mundo de la comunicación, vamos a disfrutar del acontecimiento, si después nos vamos de botellón, no os preocupéis, el campo quedará en perfecto estado.