De nuevo en el Circuito esta temporada, la historia volvía a repetirse. El inglés llegaba al Bankia Madrid Masters peleando por mantener los derechos de juego pero se marcha con su primera victoria importante en el bolsillo, y la tranquilidad de seguir entre los grandes el próximo año.
“Nunca jamás en mi vida había temblado tanto como en el green del 18 después de irme al agua. Ningún psicólogo del mundo te prepara para esto. Gané en 2004 en el Challenge, fui número uno del ranking, y tenía muchas expectativas cuando llegué al Circuito Europeo. Perder la tarjeta ese año fue muy duro. Me presioné demasiado".
He tardado siete años en creer en mí mismo y hoy por fin me he dado cuenmta de que puedo ganar. Ha sido una semana fantástica, he disfrutado mucho con la gente, con la ciudad, con lo bien que se come en este país –qué ricas las tapas-, y me he dado cuenta de que mientras más seas capaz de disfrutar, mejor juegas. A partir de ahora esa va a ser mi filosofía.
"Al recoger el trofeo me he acordado mucho de mis padres que han hecho todo lo posible por nosotros y sé cuánto significa para ellos esta victoria", decía un Slattery visíblemente emocionado tras disputar un torneo en el que ha jugado a su máximo nivel pero que al final casi pierde por esos nervios en el 18.
"Vengo de una familia de clase trabajadora, y yo también tuve que trabajar en una tienda de ropa para poder pagarme los inicios en el golf. Con el tiempo me he dado cuenta de que me ha servido de mucho en la vida”.