Este lunes Olazábal y Love III, capitanes de Europa y Estados Unidos se volvieron a ver las caras, esta vez en el lugar en el que dentro de un año lucharán por la Copa Ryder y por una victoria que el equipo del Viejo Continente ha logrado en seis de las últimas ocho ediciones de la competición.
Tras varios actos celebrados en la ciudad de Chicago, Olazábal aseguró en la rueda de prensa posterior que "Estoy encantado de estar aquí arrancando el inicio de este año que falta para que se juegue la Ryder Cup. Davis y yo hemos jugado muchas veces juntos e incluso nos hemos hecho profesionales la misma temporada, en 1986. Además, hemos jugado varias veces en la Ryder, así que para mí es un placer tenerle como rival en la capitanía”.
Love respondió a Chema diciendo que "Hemos sido amigos y competidores durante mucho tiempo y que la Ryder y estos dos años nos va a unir mucho más”.
Sin embargo, los dos aseguraron que a pesar de la buena relación existente entre ambos, la lucha por ganar la Ryder iba a ser muy grande. “A pesar de que nos tenemos un gran respeto y hemos jugado juntos muchas veces, seguimos siendo muy competitivos entre nosotros y la lucha será dura”, dijo Olazábal.
El capitán americano dijo que “la presión que van a sufrir los europeos en Medinah va a ser muy importante y ese será un factor muy a favor de los norteamericanos. Es como si en vez de jugar con 12 lo hiciéramos con 13 jugadores. Va a ser muy emocionante jugar en casa y sentirse tan apoyado".
El equipo europeo también tendrá su fuente de inspiración, que no será otra que Seve Ballesteros, gran amigo de Olazábal. Esta será la primera Ryder Cup que se juegue después del fallecimiento de Seve Ballesteros. Un jugador al que, seguro, el equipo le querrá dedicar su victoria.