PGA Championship, el espectáculo no desaparece

Son muchas las incógnitas de este PGA Championship, la última oportunidad del año para alcanzar un puesto entre los más grandes. La primera, de nuevo, es la respuesta de Tiger Woods. La referencia del Bridgestone no ha sido buena, y el ex número uno, que ya es el número 30 del mundo, ha dejado un sabor agridulce en su reaparición 12 semanas después de su repentina retirada del Players. Tiger jugará con Davis Love III y Padraig Harrington.

La segunda pregunta es si Martin Kaymer, defensor del título, será capaz de brillar como lo hizo el año pasado. El alemán, número tres del mundo, ha estado discreto en sus últimas actuaciones, la última en el Bridgestone de la semana pasada, cuando terminó en el puesto 39.

Por su parte, los ingleses Luke Donald y Lee Westwood, número uno y dos del ránking mundial respectivamente, llegan con mejores sensaciones. Ambos tienen todavía la asignatura pendiente de un Grande. Donald, que reforzó su corona en el Bridgestone con un sensacional segundo puesto, no ha brillado ni en el US Open ni en el British, y sólo el cuarto puesto en el Masters le da ánimos de cara al PGA. El número uno querrá al menos superar el resultado del año pasado, cuando no pasó el corte. Westwood, con unos cuantos kilos de menos, llega con buen humor y ganas de disfrutar, una buena señal. Donald jugará con Álvaro Quirós y con Nick Watney, y Westwood lo hará con Matt Kuchar y Jason Day.

Son los jóvenes los que pueden volver a sorprender, si es que es sorpresa ya que Jason Day, Ricki Fowler o Ryo Ishikawa destaquen con su juego. El australiano Jason Dayn ya sabe lo que es pelear por un Grande, cuando este año ha terminado segundo en el US Open y segundo en el Masters. Otro partido estelar será el que protagonicen Adam Scott, triunfador en el Bridgestone, Matteo Manassero y Ryo Ishikawa.

En el tintero otras dudas, como las de los estadounidenses Phil Mickelson o Jim Furyk, que no terminan de despertar este año, y la de sus compatriotas Bubba Watson o Nick Watney, que deberán pelear contra el dominio europeo en los Majors de este año tras las victorias de McIlroy o Darren Calrke. Precisamente estos norirlandeses que jugarán juntos con el añadido de Schwartzel, ganador del Masters, tendrán su oportunidad de demostrar por qué han sido los campeones de los Major en esta temporada.

Entre los españoles, Sergio García jugará su 50 Grande consecutivo, un número redondo al que hay que sumar otros dos, con unos resultados envidiables de hasta 17 top tens. Sergio jugará con Rickie Fowler y Dustin Johnson. Por su parte Miguel Ángel Jiménez jugará con Paul Casey y Steve Stricker; Pablo Larrazábal lo hará con Brad Lardon y Steve Marino, y Chema Olazábal saldrá con Brandt Snedeker y Robert Karlsson. El PGA Championship regresa, y con él el espectáculo del mejor golf del mundo.


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