Patrick Cantlay rompe récords en el Travelers Championship
sábado 25 de junio de 2011, 00:00h
Con apenas 19 años, el amateur Patrick Cantlay se ha situado líder del Travellers Championship, torneo de la PGA, firmando una segunda vuelta de 60 golpes para colocarse con 13 bajo par, situándose a cuatro golpes de un quinteto de perseguidores que no se creían lo que estaban viendo.
La gran pregunta que todo el mundo le hacía al jovencísimo Patrick Cantlay era si se haría profesional o no. Con apenas 19 años, este joven estudiante de la prestigiosa Universidad de UCLA, se ha colocado líder del Travellers Championship. Un torneo que cuenta con un premio en metálico para el ganador de 1.080.000 dólares y que por su condición de amateur no podría cobrar en caso de ganar el torneo.
"Eso ahora no me importa y, sinceramente, no estoy pensando en ello. Lo que quiero es ganar el torneo y, después ya veremos". Así de claro lo exponía el joven amateur, ganador del premio Jack Nicklaus al mejor jugador del año en Estados Unidos a nivel amateur, nada más acabar su segunda ronda en el Travellers con una espectacular vuelta de 60 golpes, después de hacer ocho birdies y un eagle en el hoyo 13, que hizo que terminara con esos 60 impactos que le dieron el liderato después de una primera ronda en la que firmó 70 golpes (-3).
Tras él, con cuatro golpes más, un quinteto de perseguidores que no se creían lo que estaban viendo en el campo. Con apenas 19 años y sin experiencia en la PGA y, demás, en unas condiciones meteorológicas díficiles, Cantlay jugó como los verdaderos ángeles.
Ni los americanos Simpson, Taylor y Trahan, el brasileño Rocha y el argentino Romero, que lo hicieron bastante bien en estas dos primeras rondas, llegaban al nivel de Cantlay, que este sábado tendrá su gran prueba de fuego para poder soñar con ganar el torneo algo que, seguro, le abriría las puertas del mejor golf profesional.
Sin grandes figuras de primer nivel, Cantlay tiene en esta cita del Travellers una de sus grandes oportunidades para salir del anonimato y convertirse, de paso, en una opción más del golf estadounidene para hacer frente al ciclón europeo y a un Rory Mcilroy que tras ganar el US Open ha dejado claro el poderío del golf europeo a nivel mundial.