Chris Wood se defiende con firmeza en el Iberdrola Open

Las piezas del particular "sudoku" del Iberdrola Open que se está celebrando en Pula Golf empiezan a encajarse. La tercera ronda ha vuelto a dejarnos una tarjeta de 63 golpes, el récord del campo que ya firmara Gregory Bourdy el jueves. Esta vez ha sido el irlandés Shane Lowry que con seis birdies, un eagle y un bogey, ha dado el gran salto del día subiendo a la segunda posición con -5. "He jugado muy bien las últimas tres semanas. Después de mi lesión en la muñeca he trabajado mucho y sabía que tarde o temprano saldría mi juego. Ayer hablé con mi entrenador y me dijo que tuviera paciencia. Este campo se disfruta si lo estás haciendo bien", comentó

Chema Olazábal, diseñador del campo, ha tenido que felicitar de nuevo a un jugador que alcanza el mágico número de 63. Sin embargo ha especificado que "en todo caso no ha hecho 62". Para Olazábal, "estamos en una semana atípica con menos viento, que es una de las defensas del recorrido".

Junto a Lowry, Darren Clarke sigue muy firme y se postula como una de las bazas para este Iberdrola Open. El norirlandés regresa a la competición tras un parón de varias semanas y se muestra muy confiado. Su tarjeta de 70 golpes, con tres bogeys y tres birdies le dejan con -5, a tres del líder, aunque mal sabor de boca por su error en el 18.

Mientras, Chris Wood se ha mostrado sólido, con una tarjeta de 69 golpes después de firmar dos birdies y un bogey. El inglés, rookie del año 2009 y que busca su primer título en el Tour, ha estado bastante sobrio y sólo ha fallado al final. Birdie en el 1 y en el 10, ha comenzado a flaquear en el 14, cuando cometió bogey y falló para birdie en el 16 y el 18. En todo caso cuatro pares más le dejan con una ventaja de cuatro golpes que pueden ser una buena renta.

Por su parte, los "catigados" del día han sido Mathew Nixon y Thomas Levet, que se han bajado del furgón de cabeza después de 74 y 76 golpes, un tropezón que les ha sacado de la pelea. El inglés, que salía en el partido estelar, comenzó mal, con doble bogey, y cuatro bogeys más le han apartado del escenario. En el lado contrario el sudafricano Thomas Aiken, campeón del Open de España la semana pasada, ha reaccionado con 66 golpes después de seis birdies y un doble bogey para colocarse con -3.

Wood, Clarke, Lowry y Olazábal esperan la última ronda como una partida de mus. El envite está hecho en un torneo que sigue mostrando un escenario fiero, a pesar de igualar el récord de 63 golpes dos veces. De hecho, sólo 15 jugadores están bajo par y el domingo, con aviso de más viento, las cosas pueden ser todavía más complicadas.