Pido prestado el nombre de su antigua compañía de organización de campeonatos de golf para bautizar la mezcla que le dedico al Genio de Pedreña, de España, del Mundo. Permítanme en este caso que le ponga una tilde a la palabra Amen para que mi brindis le llegue a su nueva empresa y “esquina” de Arriba, donde ya estará jugando el único recorrido que le quedaba por conocer. Él ni era aficionado a la coctelería ni le interesaban los destilados, pero sí llegó a tener un jándicap muy bajo en el disfrute de buen vino, de buen vino tinto español. Le gustaba, especialmente, el de Rioja, cuya ingesta moderada limitaba a cenas y a almuerzos, siempre fuera de competición.
Así, me doy el gustazo en esta ocasión ser yo mismo quien le prepare teilormeid un
brebaje propio, ofrecerle mi mejor golpe de muñeca, y mandarle mis mejores deseos para su nueva temporada. Lo creé el domingo 8 de mayo en casa y brindé por su memoria en compañía de Almu y Lu, y el jueves siguiente lo bebí con sus también admiradores y protagonistas del día: Matías – cuyas manos estrenaron “La Calle de Los Amigos del Golf” en el campo de La Fede- , y Guille y Sinacio, que juntos dirigimos hacia él nuestras copas de Amén Corner en el Centro Nacional de Golf al concluir la presentación y torneo clasificatorio para la Salme’s Cup 2011.
Este pedazo de torneo sin precedentes, que ha conseguido que a los hermanos Salmerón les crezcan “amigos” hasta de debajo de los banquers, se jugará los días 17-19 de junio en El Rompido (Huelva).
Inspirado en uno de mis favoritos, el Tequila Sunrise (que el nombre incluya un “amanecer” tampoco es casualidad…), el Amén Corner es un cóctel que contiene una parte de crema y hojas de menta como tributo al verde de los campos cántabros que tanto quería, a los miles de recorridos de ti a grin que él ha pisado, y al verde de sus chaquetas. Para beber principalmente a media tarde y después de 18 hoyitos, si somos cautos con la proporción de Tequila, es un combinado que puede degustar cualquier amater sin acabar fuera de límites con facilidad.
¡Va por ti, Maestro! Que sigas dando muchos golpes imposibles, celestiales, entre las nubes.
Ingredientes:
1/4 de tequila, mínimo; 1/3 máximo. Como siempre, cuanto más solvente sea éste, mejor. Yo empleé Sauza en esta ocasión.
3/4 (ó 3/3) de zumo de naranja recién exprimida. Y de Valencia, por Dios… El zumo de bote les confundirá el sabor y quitará todo el frescor a este combinado. Y, desde luego, ¡nunca usar refresco de naranja!
Dos “golpes” –o media parte- de crema de menta. El pipermín de siempre, vaya (Peppermint, lo llaman los principales fabricantes). Bols o Marie Brizard son estupendos. El segundo tiene un grado más de alcohol y llega a los 25. Es con el que hecho todos los Amén Corner hasta el momento.
Preparación y servicio:
Meter en una coctelera varios pedazos de hielo e introducir el tequila y el zumo de naranja, a ser posible, frio. Agitar bien durante unos 15 segundos y servir en un vaso alto que ya contenga la crema de menta y abundante hielo picado. Para los puristas de los continentes: en un vaso tipo Highball –más ancho y algo menos alto que uno “de tubo”- o en un Collins –más alto y estrecho-; para mí, el ideal. Remover un poco con una cucharilla larga.
El propósito es conseguir un efecto verde al fondo del vaso que se va degradando en el naranja del zumo, para acabar en ese color hierba de nuestras penas y alegrías. Añadir una ramita de menta y una rodaja de naranja.