Baldomero pide la Ryder para España

Tras esparcir las cenizas de Severiano en un magnolio que fue el último árbol que el golfista plantó en su finca, Baldomero, a las puertas de la residencia familiar, ha pedido que el comité tenga en cuenta que "a Seve le hubiese encantado que la Ryder venga a España en 2018". "Sabéis que el mundo ha hablado y lo que ha dicho está ahí", ha afirmado Baldomero refiriéndose a las condolencias que la familia ha recibido, desde todo el planeta, tras la muerte de Severiano.

Aunque Baldomero ha reconocido que hay otros países que también aspiran a organizar la Ryder Cup, ha apelado "en nombre de la familia" a que "la sensibilidad del comité se acuerde de que el mejor tributo que se le puede hacer a Seve es conceder a España la Ryder Cup de 2018".

En todo caso, y según ha podido saber Elperiodigolf, Sergio Gómez, manager de Chema Olazábal, se ha mostrado desconfiado de la decisión que se publicará el próximo 17 de mayo. Por su parte, Olazábal, como capitán de la Ryder 2014, no ha querido hacer ningún tipo de declaración sobre este asunto.

Baldomero también ha dicho que le gustaría que Severiano igualará la "gesta del Cid Campeador y que ganara su última batalla, no sobre un caballo, sino con el apoyo de toda una nación que espera que la Ryder se juegue aquí". También en nombre la familia, Ballesteros ha agradecido "de todo corazón", el comportamiento "profesional y ético" y el "respeto loable" que los medios de comunicación han mantenido durante los dos años y medio que han pasado desde que se le diagnóstico el tumor cerebral, hasta el desenlace fatal.

"Gracias y os queremos", ha concluido Baldomero Ballesteros, disculpándose por no querer hacer más declaraciones, dado que, según ha afirmado, "la familia se encuentra anímica y físicamente destrozada". "Estamos muy agradecidos y ''Seve'', que seguro nos está viendo, muchísimo más", ha indicado Baldomero, antes de señalar que de su hermano no va a decir "muchas cosas", toda vez que "el mundo ha hablado", en alusión a las muestras de cariño y admiración llegadas desde Pedreña, Cantabria, el resto de España y del mundo.