McIlroy, el niño que no creció
lunes 11 de abril de 2011, 00:00h
Rory Mclroy lo tenía despejado para ponerse la chaqueta verde y dar un salto cualitativo definitivo estando ya en el top ten mundial. Sin embargo una nefasta última ronda en Augusta, con 80 golpes, ha tirado por la borda todo el trabajo de la semana.
La juventud no ha podido subirse al poder. Rory McIlroy, el niño que aspiraba a ganar el Masters y convertirse en el más joven en hacerlo después de Tiger Woods, no ha podido sentenciar y eso que llevaba cuatro golpes de ventaja en el tee del 1 el domingo.
Comenzando con bogey fallando un putt corto ya avisó de que el día podía ser peligroso. Otro bogey en el 5 ponía las cosas tensas, y el birdie del 7 le calmó ligramente para hacer par en el 8 y en el 9. Sin embargo, en el 10 llegó el definitivo adiós del norirlandés. Triple bogey y derrumbe total. De hecho después firmó bogey al 11, doble bogey al 12, y de nuevo bogey al 15. 80 golpes que le dejan en el puesto 15.
Lo peor es que McIlroy ya recibió críticas el año pasado cuando no pasó el corte en Augusta con 74 y 77 golpes. También el año pasado en el British, después de hacer 63 el jueves, firmó 80 golpes el viernes, algo que no gustó a la prensa británica.
McIlroy, el niño que no ha terminado de crecer, debe ahora afrontar de nuevo las críticas y recuperarse del mazazo, una dura prueba psicológica.