Arnold Palmer, la sincera sonrisa; cuatro Masters a sus espaldas, vestido con polo amarillo claro, saluda y saluda y vuelve a saludar y a hacerse fotos y a firmar autógrafos. Absolutamente distendidos los tres y haciendo lo que mejor saben hacer….aunque los años pasan para todos y su primer golpe no ha sido bueno, pero no pasa nada. Han venido a disfrutar y a hacernos disfrutar a los que están allí y los que lo seguimos por televisión.
El siguiente pincha la bola, y yo me descubro ante los 6 Masters que guarda en su haber. El gran Jack Nicklaus, un poquito más relleno que la última vez, pero igual de simpático con los medios y con las personas que se dan cita alrededor del tee. Bromea con sus compañeros, están recordando todo lo que llegaron a conseguir y como, además, había cierta rivalidad entre ellos. El golpe tampoco ha sido el de su vida, pero se le perdona todo….debe ser porque va vestido de “amarillo Augusta” y eso le ha dado mal fario.
Y por último, el que menos Masters tiene pero el de mejor forma física. El “caballero negro” como se le ha conocido siempre. Tres victorias en este Augusta National miran a Gary Player. Siempre risueño, físicamente está inmejorable a sus 75 años. Sigue jugando habitualmente y eso se nota (ha terminado el hoyo con birdie) pero, sobre todo, refleja y transmite el disfrute y la pasión por este deporte.
Ahora, hablando como televidente y como aficionada a este deporte, es increíble lo que hace por el golf un torneo de este tipo. Pares tres, grandes leyendas, niños que corretean por las calles, caddies que no levantan un palmo del suelo, los mejores jugadores del mundo, todo ello lo agitamos convenientemente y nos da como resultado UNA MARAVILLA, que es la calificación que merece este torneo previo al primer grande de la temporada, ya les digo, yo quiero estar allí.
Si (
No(
