El recorrido, de 18 hoyos, diseñado por el prestigioso estudio norteamericano Von Hagge, Smelek and Barril, que ha diseñado más de 220 campos de golf en 22 países del mundo, es en palabras del propio Joaquín Molpeceres, “un gran campo de golf, un poco exigente y para los ‘jugones’, pero es el fruto del trabajo y de la ilusión de mucha gente”.
El nuevo campo se asiente sobre la finca del Encín, propiedad de la Comunidad de 
Madrid, en una zona de 168 hectáreas en las que se incluye este diseño de 18 hoyos, de 6.791 metros, un hotel de cinco estrellas con 39 habitaciones, ya terminado, casa club, cuatro pistas de tenis y 20 de pádel, además de otros dos campos de golf, uno de 18 hoyos más y otro de 9 que se empezarán a construir en breve.
El proyecto que Desprosa, empresa que ganó el concurso de construcción y desarrollo de este nuevo campo de golf, refleja como la propia presidenta de la Comunidad de Madrid comentó, “un desembolso de 38 millones de euros, de los que ya se han invertido 33 en unas instalaciones modélicas y que sólo hay que ver para darse cuenta de su magnitud”. Se estima que el proyecto generará unos ingresos indirectos de unos 13 millones de euros al año y en la zona se crearán más de 110 nuevos empleos.
Este nuevo recorrido, denominado “Campo Sur”, está preparado para acoger competiciones de primer nivel. El proyecto pretende, además, en palabras de la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, “facilitar la práctica del golf a los madrileños, hacer de este recorrido un campo de golf para todos y también servir de reclamo turístico para todos aquellos que visitan la región. Hay que tener en cuenta que el golf genera anualmente en España 2.300 millones de Euros y que cada año visitan España más de 500.000 turistas extranjeros interesados en el golf, cuyo gasto medio diario es de 340 euros”.
Medioabientalmente, este nuevo campo ha sido diseñado bajo las más innovadoras
técnicas de mantenimiento, con la captación de energía solar como energía alternativa y la máxima protección medioambiental, con la utilización de agua reciclada y céspedes de última generación con bajas necesidades de riego, lo que permitirá una gestión racional y eficiente de este espacio.
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