A partir de mañana se pondrá a prueba y los jugadores tendrán la última palabra. Es un campo de 6.666 metros, donde el disfrute visual es total, está enclavado entre olivos y algarrobos centenarios e incluso podemos ver una necrópolis del siglo 6 antes de Cristo.
Par 72, no demasiado largo, es muy divertido y muy fácil de jugar como todo lo que diseña Gary Player, pero se está hablando desde el punto de vista amateur. Los profesionales del Circuito se encontrarán con hoyos no demasiado complicados a primera vista pero que en el fondo guardan un as en la manga.
Los hoyos 5 y 18 son pares 4 no demasiado largos aunque su dificultad se oculta en el green. Greenes, los de estos hoyos, no demasiado grandes pero con un movimiento tremendo. Llamativo sería también el hoyo 7, 440 metros y un green muy protegido, aunque a los profesionales no les sería dificultoso salir con un eagle.
El campo sur es un links, diseñado por el italiano Franco Piras. En apariencia podría albergar mejor una prueba de este calibre. Par 72 y con 6.650, se encuentra enclavado entre dos valles. Están un al lado del otro pero parece que hubiera distancias kilométricas entre ellos. Visualmente tienen poco que ver. El Open de Sicilia está cargado de españoles y nosotros lo que deseamos es que se alce alguno de ellos con el triunfo.