Pero quizá, con lo que se quedará todo el mundo es con el ‘hoyo en 1’ del 11 que le dio, al final la victoria. "Fue el disparo perfecto", dijo el jugador de 28 años. “Esto paso una vez al año y hay que aprovechar la alegría que da”.
"La verdad es que estoy muy orgulloso de mi mismo y de mi juego y, sobre todo creo que me las arreglé muy bien con las situaciones difíciles que me encontré a lo largo de este último recorrido que he jugado."
“En cuanto al Hoyo en 1, tengo que reconocer que lo que he vivido en el hoyo 11 podría ser uno de los momentos más emocionantes de mi carrera profesional. Era como comerte la última parte de una gran tarta de cumpleaños. Al final el hoyo en 1 me dio la oportunidad de ganar el torneo y conseguir una nueva victoria profesional, quizá una de las más importantes de su vida".
“¡Estoy contentísimo, feliz! Sobre todo por haber ganado un torneo en el que estaban todos los buenos y en difíciles condiciones.
"En el ocho, decía Quirós tras acabar el torneo, hice un triple bogey. Quería jugarla al ‘fade’ pero se me fue la mano un poco más de la cuenta, y soplaba un poco de viento que ha multiplicado el error. Me fui a la palmera, dropé con penalidad, se me quedó clavada en la arena, tuve la mala suerte que diera en una hoja de palmera en el camino, tuve que dropar otra vez… Pero enseguida lo arreglé con otro birdie en el nueve pegando muy buen segundo golpe con el hierro siete y dejando la bola a seis metros, ¡dentro!
El hoyo uno en el once fue un subidón, pegué tres cuartos de wedge desde 143 metros ¡y cata-clá! Siempre es difícil hacer hoyo en uno pero en la última vuelta y bajo presión, mucho más.
"La verdad es que llevo tiempo jugando bien, controlando situaciones que antes se me escapaban; la semana pasada estuvo a punto de caer y creo que esta vez merecía ganar. Y esta noche… a celebrarlo con los demás españoles, les invitaré a cenar”.
Si (
No(
