Y en ambos casos España tiene muchos intereses puestos en esas dos selecciones. Por una parte en la Ryder Cup y también en una Solheim que podría ser el espaldarazo definitivo a un golf femenino español que empieza a arrancar y a salir de un letargo en el que ha estado algunos años.
Actualmente de las 330.000 licencias que hay en nuestro país, 100.000 son de damas, así que la llegada a España -ya sea a la Costa del Sol o a Murcia, a la Manga- podrían hacer en el no tan lejano 2015, que el golf femenino español empezara a mejorar espectacularmente aprovechando muchas sinergias positivas. Seguramente, la llegada de nuevas jugadoras con potencial más que suficiente para ganar torneos, como ha pasado en este 2010 recién terminado tanto a un lado como a otro del Atlántico, hará que esa mejora sea todavía más espectacular.
Y lo mejor es que las posibilidades reales en este caso son muchas. Parece que el favoritismo español es muy alto y que el hecho de que todavía no se haya jugado ninguna Solheim en nuestro país hace que nuestras opciones sean cada vez mayores. Para eso están trabajando, y mucho, todo el equipo de Deporte and Business, que apostó desde el primer momento por una idea que parecía complicada y que cada vez es más una realidad.
Tres años después, en el 2018, la Ryder Cup se jugará de nuevo en Europa y dentro de apenas unos meses, el Comité de la PGA Europea decidirá donde se juega. Hasta el momento nadie ha dicho nada, no hay filtraciones y las cinco candidatas tienen muchas ilusiones en albergar una Ryder que se ha convertido en la competición golfística más importante del mundo.
Para España será importante tenerla y para Madrid quizá la confirmación de que el no de los Juegos del 2012 y el 2016 ya está olvidado definitivamente. A España le vendría de maravilla albergar las dos competiciones por equipos más prestigiosas del golf mundial pero para ser sinceros, el pleno será complicado. En todo caso yo no firmo nada antes de saber si tendremos el gordo, el segundo o el tercer premio. De lo que si estoy seguro es que España tendrá recompensa a su ilusión y esfuerzo. Ahora sólo falta saber cuál de ellos será.