Un ejemplo claro ha sido el que sucedió hace muy pocas fechas en Aguilón Golf. En este campo almeriense no participan ni 12, ni 15, ni 20 jugadores. Este año se le “escapó” un poco la mano al director del campo, y metió dos equipos de 42 jugadores cada uno, por lo que los resultados fueron un poco disparatados. Lo bueno de estas “Big Raiders” es que no se enfrentan pros. Todos los jugadores son amateurs y los sorteos de las partidas fueron de lo más dispares, enfrentando toda clase de jugadores y hándicaps.
El año pasado, en este mismo campo de Aguilón Golf, el equipo de España consiguió remontar el marcador adverso en los partidos de dobles con los individuales e igualar a uno la batalla, pero este año todo se veía más complicado.
El primer día, en formato parejas mejor bola (el foursome se complicaría al tener tanto
personal para jugar), se veía de color blanco inglés, ya que amaneció el día muy lluvioso (en Almería lo de la lluvia lo ven en las películas porque poca agua cae) y, además, con viento y frío. El resultado, como ya anticipaba antes, terminó con España 8.5/Islas Británicas 12.5. Pero todavía quedaban muchos puntos en juego
Visto lo visto se presagiaba otra vez remontada española, pero esta vez se quedó sólo en las intenciones. Los británicos este año querían ganar, dado el cachondeíto que habíamos tenido con ellos desde la derrota del año pasado. La paliza fue mayúscula. España finalizó con 19.5 puntos por 23 de los británicos. Al final, el marcador terminó con 27.5 puntos para los españoles por 35,5 para los de las Islas.
El resultado -siempre se dice en estos casos- es lo de menos (ya he dimitido como capitán del equipo español, todo sea dicho de paso), pero lo que queda claro es que este tipo de eventos, se llamen como se llamen, deberíamos aprovecharlos más y mejor.
El buen rollo y amistad entre los jugadores es formidable. Es impresionante ver a un tipo inglés con una pinta muy ruda, intentar comunicarse en spanglish con uno de los nuestros, y viceversa. Pero una vez más la experiencia fue sido estupenda y el golf se convirtió en el gran vencedor y las amistades surgieron de nuevo tras la competición.
Y para terminar la fiesta de esta “Maxi Raider Kap” reproducimos tal como se produjeron las palabras finales el capitán del equipo inglés tras la victoria, quizá exageradas por la frescura de la cerveza que ya había consumido: “Vivan las Raiders y los cojones de los españoles”. En fin, serán cosas de los ingleses que ya se preparan y esperan la revancha de los españoles para el año que viene. Revancha que volverán a tener, si todo marcha bien, en Aguilón Golf el año que viene.