El difícil sueño Atlético se cumplió

Fueron campeones con el mismo estilo que siempre les ha caracterizado: sufriendo hasta el final. Era el minuto 115 de partido, con la tanda de penaltis llamando al sistema nervioso. Sergio 'Kun' Agüero metía un centro desde el lateral izquierdo del ataque rojiblanco que el uruguayo Diego Forlán remataba batiendo al portero Schwarzer. El peso de 48 años sin ganar un título en Europa desaparecía y al delantero le sobraba la camiseta, para alegría de las que admiraron su trabajado cuerpo.

Pero antes de llegar a los excesos de la celebración en la primera 'Europa League' de la historia, el equipo de Quique Sánchez Flores había sido primero eliminado de la 'Champions League' y estuvo cuestionado hasta tal punto que fue comparado con el que bajó a Segunda División en el 2000.

En diciembre consiguió clasificarse, tras una desastrosa participación en la máxima europea, para entrar en el sorteo de dieciséisavos de final de la 'Europa League'. Los contrincantes fueron los turcos del Galatasaray, con los que se empató a uno en el Vicente Calderón y a los que se venció 2-1 en Turquía con un gol de Forlán en el minuto 89 de partido.

En el siguiente paso a la final, en octavos, los rojiblancos tuvieron que deshacerse del Sporting de Portugal, con un 0-0 en el Calderón y un empate a dos en la vuelta, los dos goles de 'Kun' Agüero. El partido de cuartos fue español. El Valencia en el que aún jugaban Villa y Silva empató a dos con los rojiblancos en Mestalla y no pudo marcar ni un sólo gol a los de Quique en Madrid, aunque el partido estuvo marcado por la polémica de dos posibles penaltis no pitados a los 'ché'.

Y la semifinal y la final fueron para el héroe "U-ru-gua-yo". Forlán se convirtió en el héroe de Anfield Road en la semifinal al marcar en el minuto 102 del partido de vuelta contra el Liverpool el gol que daba el pase a los rojiblancos a la última batalla contra el Fulham.

Llegaron más de 80 vuelos desde Madrid hasta Hamburgo para ver la histórica final del 12 de mayo de 2010. Mucho había cambiado el ánimo desde enero en los aficionados colchoneros. Por entonces, el equipo sabía que iba a quedar en la mitad de la tabla y tenía expectativas de hacer doblete si ganaba la Copa del Rey.

El partido de la final contra el Fulham estuvo lleno de nerviosismo y los bares de la ciudad se llenaron de bufandas y banderas rojiblancas que temblaban en cada ocasión. Por fin, cuando Forlán evitó los penaltis, la sangre rojiblanca de Madrid ocupo la arteria de la ciudad, en una celebración que relatamos en Madridiario.

Al final no hubo doblete en la misma temporada, pero sí en el año, porque el equipo de Quique Sánchez Flores consiguió la Supercopa contra el Inter de Milán que había conquistado la Champions League. Reyes y Agüero fueron los goleadores que batieron 2-0 al equipo que estrenaba el ex entrenador del Liverpool Rafa Benítez.