Tiger Woods cree que debe convertirse en una persona distinta tras sufrir un difícil año, tanto dentro como fuera del campo de golf, pero insiste en que lo que nunca cambiará es su deseo de ganar. "Voy a todos los torneos con la misma intención, que es ganar, sea el número uno del ranking o no. Eso no ha cambiado y jamás lo hará", dijo.
Sin embargo, Woods está menos preocupado de intentar asegurar un rápido regreso al número uno y está más enfocado en volver al hábito de conquistar torneos. "No he ganado desde cerca de un año. He pasado por períodos como éste antes, se trata de salir y competir y ganar torneos, y ganar suficientes torneos. El (ranking) se arreglará solo", advirtió.
Además, el californiano estaba tan animado como siempre al hablar de sus posibilidades esta semana, pero al ser consultado sobre lo sucedido en los últimos 12 meses fue mucho más filosófico. "Me veo a mí mismo como una persona mucho mejor de lo que era. Todo aquello por lo que he pasado me ha hecho una mejor persona y me ha permitido y obligado a verme a mí mismo y convertirme en una mucho mejor persona", confesó.
"Desafortunadamente, tuve que pasar por eso para llegar a este punto. Pero miro hacia adelante y trabajo todos los días en intentar convertirme en el mejor padre posible", sentenció Woods.