Las respuestas, por este mismo orden de preguntas deberían de ser claras y concisas: si, podría mejorarse, hay tiempo para conseguir más victorias y no debemos de conformarnos con las logradas hasta ahora.
Los once triunfos del golf español profesional son el reflejo exacto de la salud de nuestro deporte de máxima competición. Seis victorias en el European Tour, tres en el Challenge Tour y dos en las féminas. Sí, porque las chicas también existen y esa es, me parece, una de las mejores noticias de nuestro golf de máximo nivel en este año de 2010 que empieza a terminarse a marchas forzadas.
Es cierto que todavía quedan fechas, más que de sobra, para que en el calendario podamos soñar con más triunfos. Con victorias en el Tour Europeo -esta misma semana han estado a punto Gonzalo Fernández Castaño y Pablo Martín Benavides- y con alegrías.
A las 11 victorias yo sumaría la global de la Ryder en la que participó activamente Miguel Ángel Jiménez y con papeles secundarios José María Olazábal y Sergio García, y el Royal Trophy, en la que Pablo Martín Benavides jugó y ganó a principios de temporada.
¿Hay quien de más? Por pedir que no quede. Ojalá que José María Olazábal se recupere y vuelva a jugar como lo hacía antes. El golf español no está para lujos innecesarios y si la enfermedad se lo permite, que el vasco esté en los campos del mundo, jugando y no diseñando, es un lujo para nuestro deporte. Que Sergio se vuelva a ilusionar y vuelva a coger los palos, a jugar a viajar, a ganar y a demostrar que ser número dos del mundo no es un regalo, sino que se lo ganó a pulso y que si ya estuvo allí puede volver a subir a lo más alto del escalafón mundial.