Con tres birdies en el 9, el 11 y el 15, parecía que las cosasa no andaban demasiado mal para un Tiger Woods que quería borrar cuanto antes la mala impresión que sacó tras su actuación en el Quail Hollow pero un bogey en el hoyo 18 le dejó muy lejos de la cabeza y de la primera posición, aunque para ser sindceros los cuatro golpes de ventaja que le sacan Holmes y Allenby tampoco parecen tantos con tres jornadas por jugar.
Sin embargo, si preocupa que Tiger no ha estado pateando demasiado bien. Uno de sus mejores segmentos del juego, el putt, no ha estado siendo brillante.En los primeros dieciocho hoyos jugados hizo 31 putts colocándose en el puesto 109 del torneo en ese ránking. Una estadísitica quizá demasiado elevada para el número uno del mundo que se situaba también en el puesto 105 del torneo en cuanto a putts en greenes en regulación.
Woods tampoco cogió demasiados en juego. Buena prueba de ello es que en ese apartado estadístico tan importante se encuentra en el puesto número 20. Cifras en definitiva, pobres para un jugador que quiere recuperar su forma cuanto antes. No hay que olvidar que este es su tercer torneo del año, tras el Masters y Quail Hollow, y habrá que ver como lo termina.
Lo que está claro es que lo que Tiger no quiere es terminar por debajo del quinto puesto y que Mickelson gane el torneo. eso supondría para él perder un número uno del mundo con el que lleva más de 500 semanas.
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