Paula Martí, Emma Cabrera, Carmen Alonso, Itziar Elguezábal, Marina Arruti, Laura Cabanillas, Marta Prieto, Paola Etchart, Sara y María Beautell, Ana Larrañeta, Mariana Macías, Noelia Eva Meana, María Martín y las amateurs Belén Buendía, Marta Gago, Reggie Rodríguez Donovan, Patricia Lobato y Alba González Hidalgo, van a tomar parte en el torneo que se decidirá a 36 hoyos Medal-Play.
Para Marina Arruti será una semana “muy distinta a como han sido los últimos meses”. La prueba asturiana del Banesto Tour en La Barganiza fue su último torneo antes de que naciera su primer hijo –Mark- en septiembre del 2009. La donostiarra –que cuenta con cinco victorias en su palmarés: Open de Austria 99 y cuatro en España- ha vuelto a la competición hace dos semanas en Marruecos y será esta la segunda vez que se separe de su hijo.
“Estoy feliz, Mark me ha cambiado la vida, ahora empiezo a organizarme para competir y lo hago como buenamente puedo, es un poco complicado porque dependo de mi marido y de los abuelos. Es cuestión de saberse organizar. Durante los últimos meses he podido practicar a ratos y me he dado cuenta de que antes perdía mucho el tiempo, ahora hago lo mismo aunque más comprimido. Le doy el desayuno, le visto y me escapo a jugar unos hoyos; vuelvo, le doy la comida y cuando echa la siesta aprovecho para aprochar y patear; vuelvo para darle la papilla de frutas y luego doy algunas bolas… De momento no me he planteado viajar con él, ya veremos más adelante”.
Marina no es la única participante del Banesto Tour que ha sido madre, esta semana también estará en Sancti Petri Paula Martí, quien suele viajar con su hijo Izan -que cumplirá cuatro años en julio- y acompañada siempre por una de las abuelas, “las mejores canguros, aunque le miman mucho y luego nos toca a Iván y a mí educarle”.
A Paula (número uno de Europa en 2002, ganadora del Open de Italia y el Open Inglés en 2001, y del LPGA de Australia y Peugeot OKI El Prat en 2002), como es lógico, el nacimiento de Izan le cambió la vida y le sirvió para “aprender a poner algunas cosas en perspectiva. Antes, un bogey me sentaba fatal, me amargaba; ahora, pienso que no pasa nada y la sonrisa de mi hijo compensa todo lo malo”.