Penintencia

Los representantes de los medios acreditados eran gente de golf, de ahí que Tiger nombrara a algunos por su nombre y precisamente por eso no hubo preguntas salidas de tono ni preguntas muy amarillas, ya que ninguna de ellas tuvo por respuesta un no coment por parte del número uno. ¿Estuvieron dirigidas las diferentes cuestiones?, particularmente creo que no, pero si es posible que hubiera una cierta dosis de autocensura, más que nada por seguir manteniendo el vínculo con el jugador.

Woods aprovecho la mínima para flagelarse y clavarse un poco más la corona de espinas. Que tiene que ser mejor persona, que entiende el motivo por el que le han abandonado algunos patrocinadores, que lamenta haber decepcionado a sus fans, que ha sido tremendamente malo, que se perdió el cumpleaños de su hijo, etc. Tiger sigue al pié de la letra el guión que él o alguien han marcado.

Esta segunda aparición es una clara continuación de la primera, aunque esta con periodistas en la sala en vez de sus amigos y allegados. A mí me parece que ya está bien. Ha pedido perdón una vez y no creo que la reiteración vaya a conseguir la redención por cansancio. Bien es cierto que estas confesiones y estos arrepentimientos es lo que el público estadounidense quiere oír. Tiger, que es un ejemplo de talento y competitividad en golf, tiene que ser ahora el escaparate de lo que tiene que ser el retorno del hijo pródigo.
 

Dentro de un par de días comenzará la acción. Tiger irá en busca de la quinta chaqueta verde. En los toros se dice que no hay quinto malo, de ahí que ¿se imaginan ustedes por un momento la que se montaría si vence en Augusta?. En primer lugar sería un varapalo terrible para el resto de participantes, después de tantas lunas sin competir, y por otro lado, seguro que aprovecharía en la posterior rueda de prensa para seguir fustigándose. Sigo pensando que me parece totalmente innecesaria tanta penitencia después de una confesión que creemos sincera.
 

Lo importante ahora es que el número uno ha vuelto y lo ha hecho en el mejor escenario posible: en el Augusta National. Lo único que me importa de toda esta historia es poder seguir disfrutando del juego de Tiger y sus golpes geniales.