La biotecnología es, como indica la RAE, el “empleo de células vivas para la obtención y mejora de productos útiles, como los alimentos y los medicamentos” así como su “estudio científico de estos métodos y sus aplicaciones”. Una de tantas líneas de investigación de la biotecnología es el estudio de las aplicaciones de las algas marinas, área en la que el laboratorio español Seaweed Canarias lleva años explorando las múltiples posibilidades que éstas ofrecen. Dentro de la gama de productos que han desarrollado existe uno, Algacán Césped, especialmente formulado para responder a las necesidades del césped de los campos de golf.
La línea Algacán son productos OMDF (otros medios de defensa fitosanitaria, no tóxicos y compatibles con la agricultura ecológica) generados a partir de la selección exclusiva de principios activos procedentes de diversas especies de macro y microalgas, destinados a activar de forma natural el metabolismo y el sistema de defensa de las plantas.
Posee variadas efectos como son la activación del sistema de defensa y metabolismo de la planta (mayor resistencia a enfermedades), activación del crecimiento (radicular), aumento de la repelencia a plagas (ácaros, cochinilla, mosca de la fruta, etc.) o incremento de la capacidad de absorción de nutrientes.
La clave de Algacán Césped radica en su composición, en la que abundan elicitores (oligosacáridos), diversos polisacáridos (matriciales, de pared y de reserva), macronutrientes, bioantioxidantes y activadores, compuestos halogenados volátiles y fitohormonas (auxinas, citoquininas y giberelinas entre otras) y demás compuestos naturales, careciendo de elementos sintéticos añadidos.
Actualmente este producto está siendo empleado en varios campos de golf de las Islas Canarias como Abama, RCG de Las Palmas, Maspalomas Golf, Meloneras Golf y otros, con resultados más que satisfactorios. En estos campos se ha comprobado que las áreas tratadas han desarrollado una menor incidencia de enfermedades asociadas, un mejor comportamiento ante el riego con aguas depuradas o desaladas (reducción de salinidad, mejor absorción de nutrientes) y un aumento de la clorofila (favorece el desarrollo radicular). También ofrece beneficios para los jugadores ya que mejora el aspecto visual del campo y aumenta la resistencia a la pisada, así como acelera la homogenización y recuperación de zonas afectadas y reimplantación.
En definitiva, éste y otros productos de biotecnología aplicada a los campos de golf colaboran en su sostenibilidad, tratando de influir lo menos posible en el medio ambiente y permitiendo una optimización de las labores de mantenimiento.