La cuarta edición del Royal Trophy, prueba ideada por Severiano Ballesteros que enfrenta a Europa y Asia al estilo Ryder ha terminado a favor de los europeos después de tres jornadas muy intensas y llenas de emoción.
Los ocho partidos individuales comenzaron con una ventaja de un punto de los europeos, lograda el sábado gracias a los fourballs. Sin embargo, un punto no era en ningún caso garantía para afrontar con seguridad esos individuales. Europa necesitaba cuatro puntos y los asiáticos comenzaron dispuestos a dar guerra.
De hecho, Charlie Wi venció a Simon Dyson uno arriba y Monty sólo pudo empatar conel chino Liang. Por su parte, Alexander Noren, que se había mostrado muy seguro, perdió con el japonés Oda por un contundente 5 y 3, y Robert Karlsson, el otro sueco más entonado, también perdió con Jeev Milkha Singh por 2 y 1.
Las cosas pintaban regular pero Europa supo afrontar las dificultades. Peter Hanson ponía las cosas más claras al ganar a Ishikawa por 5 y 4, un golpe de moral importante. Por su parte, Soren Kjeldsen ganaba por 2 y 1 a Bhullar, y Stenson empataba con Jaidee.
Quedaba Pablo Martín Benavides, la apuesta de Colin Montgomerie que venía de ganar en el Dunhill y terminar sexto en el Open de Sudáfrica. Pablo se enfrentaba a Marksaeng y aunque comenzaron empatados, Pablo Martín Benavides logró ponerse po delante en el 10 y no dejar de liderar el partido hasta el final, cuando ganó por 2 y 1 en el 17.
Europa recupera así el trofeo que perdió por 10 y 6 el año pasado con un equipo capitaneado por Olazábal y con Pablo Larrazábal en sus filas.