Sergio García, aprovechando su visita a la Fundación Aladina, ha repasado la temporada con la preocupación de su lesión en la mano derecha cuando el pasado mes de noviembre se hizo un esguince en la articulación carpo-metacarpiana jugando la tercera ronda en Dubai.
“La mano no va bien, voy a Barcelona a ver a un especialista. Llevo tres semanas sin jugar y sigo sintiendo dolor, no está yendo todo lo rápido que pensábamos, está claro que solo con el descanso no mejora y estamos un poquito preocupados. He intentado hacer el swing y no puedo. Me gustaría empezar la temporada en Abu Dhabi totalmente recuperado”, comentó.
Precisamente esa lesión fue la causa de la mala actuación en la Copa del Mundo. “En la Copa del Mundo jugué con una sola mano, nos podíamos haber retirado el primer día pero no lo hicimos. Jugarla supuso un esfuerzo, pero lo hice por varias razones: Gonzalo (Fernández-Castaño) y yo ya estábamos allí, jugábamos por España y no de manera individual, y si me hubiese retirado no habría dado tiempo a que llegase otro jugador; además, Omega es uno de mis patrocinadores. Sinceramente, lo pasé mal; cuando estás preparado para darle a la bola y no le puedes pegar con chuleta porque estás pensando que te va a doler la mano, es imposible jugar a tu nivel. Me fastidió mucho no poder hacerlo mejor”.
En general, Sergio cree que su año ha sido duro en lo personal. “Este año –ya lo he dicho en varias ocasiones- ha sido el más duro de mi carrera a nivel personal por todo lo que me ha pasado fuera del campo. (Rompió con su novia, Morgan Norman, antes del Masters). Es evidente que todo lo que ha ocurrido fuera ha repercutido en el campo y en los resultados, pero creo que he salido reforzado, lo importante es que he continuado mirando hacia adelante y he procurado aprender de ello y sacar conclusiones”.
Sergio garcía se alegró mucho por la victoria de Pablo Martín Benavides en Sudáfrica. “Lo pasó mal para mantener la tarjeta, han sido dos años muy duros para él y fue muy bonito verle ganar, estuve pegado a la televisión viéndolo todo. No ha podido empezar la temporada de mejor manera, es un buen chaval, juega muy bien, tiene un gran talento y se merecía volver a ganar. Su sitio está arriba”.
Respecto a Tiger Woods, el de Borriol reconoció que “nunca pensé que la prensa tratase a Tiger Woods como le están tratando. Parece que estaban al acecho esperando a que hiciese algo incorrecto para atacarle. Pero volverá a jugar pronto, no creo que tarde mucho en volver a competir, su mundo es el golf y la competición, y este deporte le necesita”.
Sergio García ha aprovechado su viaje a Madrid para reunirse con Paco Arango, presidente e impulsor de la Fundación Aladina, a quien ha hecho entrega de un talón por el importe de la recaudación obtenida en el circuito de golf promovido por la Fundación del campeón castellonense.
Los dos amigos charlaron sobre los niños a los que ayuda Aladina –Sergio se interesó por los que conoció en su visita- Paco le contó su proyecto de llevar a la gran pantalla una película basada en la historia de Antonio, un chico canario que pasó por la Fundación dejando una profunda huella.
Paco Arango, Presidente de la Fundación Aladina, comenzó hace siete años como voluntario en el Hospital Niño Jesús de Madrid compartiendo su tiempo junto a niños con cáncer y aquello cambió su vida. Hace cinco años constituyó la Fundación Aladina, y desde entonces ha ayudado a muchos niños y adolescentes que padecen cáncer y a sus familias, atendiendo sus necesidades materiales y psicológicas.
Aladina empezó trabajando en la Unidad de Oncología del madrileño Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y actualmente cuenta con otras dos unidades en los Hospitales Clínico y Gregorio Marañón, también en Madrid, logrando de esta manera uno de los objetivos de su fundador.
“Para nosotros es un honor contar con el apoyo de Sergio García. Él ha visitado el hospital, ha estado con los niños y conoce de primera mano lo que hacemos en la Fundación Aladina. Nuestro principal objetivo es intentar mejorar el entorno físico y, sobre todo, apoyar emocionalmente al paciente para que pueda sobrellevar de la manera más digna posible esta terrible enfermedad y sus consecuencias. La experiencia me ha enseñado a conocer más a fondo las necesidades de un centro oncológico en un hospital; los niños, sus padres, familiares y enfermeros, todos necesitan verdadero apoyo y para ello decidí formar la Fundación Aladina”, comentó Arango.