La apuesta de Finca Cortesín y de Volvo para celebrar el Mundial Match Play ha tenido un resultado más que aceptable. El escenario, cuidado al detalle; y los participantes, con algunas ausencias significativas pero con un alto nivel.
Se trataba de juntar a los 16 mejores del mundo a través de un sistema de ránking por continentes. Los 16 inscritos jugaron en cuatro grupos al estilo Champions League, jugando todos contra todos y sumando dos puntos por victoria.
Paul Casey, Retief Goosen, Anthony Kim y Scott Strange, en el grupo denominado Ballesteros, jugaron entre sí. En el grupo McComarck se enfrentaron Sergio García, Martin Kaymer, Robert Allenby y Oliver Wilson. En el grupo Larsson, fueron Stenson, McIlroy, Ángel Cabrera y Simon Dyson los que jugaron frente a frente, mientras que en el grupo Gabrielsson se juntaron Westwood, Villegas, Fisher y Milkha Sing.
Después de dos maratonianas jornadas de 36 hoyos, el sábado se jugaron las semifinales. El único español en liza, Sergio García, fue eliinado a las prieras de cambio, dejando huérfanos a los aficionados españoles. Allenby y Kim rememoraron en la primera semifinal el enfrentamiento anterior en la Copa Presidentes, con polémica incluida, mientras que Cabrera y Fisher protagonizaron un duelo eterno en la segunda semifinal con 39 hoyos.
En la final, Fisher ganó a Kim por 4 y 3, y el título del Match Play se fue para un hombre de Wentwoth, precisamente el año en el que el torneo salió de este club.