Rafael Cabrera ha terminado su ronda y ah recibido el premio almejor jugador del Circuito del mes de septiembre. Sus 60 golpes y su victoria en Austria le han catapultado al primer plano de la actualidad. "La temporada no ha terminado y espero terminar bien", dice encantado. "Es un honor tener este premio que no me esperaba, y estar junto a jugadores de gran nivel".
Antes, en la sala de prensa habían pasado dos jugadores que esperan dar guerra en este Castelló Masters. Martin Kaymer, que viene de una lesión de mes y medio tras un accidente de karts, ha reconocido que "Sergio no es el único enemigo y el torneo está abierto". El alemán, que ha terminado cojeando ligeramente, sabe que no está al 100 por 100. "Estoy disfrutando después de seis semanas sin competir", dice. "No tengo ninguna presión porque hace mucho que no juego, pero estaría bien ganar o quedar entre los 10 primeros". En realidad Kaymer sólo ha hcho el swing completo desde el lunes. Antes, en las últimas cuatro semanas, sólo ha chipeado y pateado.
La otra estrella que ha pasado por el "escenario" ha sido Robert Allenby. El australiano ha llegado al contrariado porque "podía haber jugado mejor y superar los -5 de la segunda ronda. Espero que Sergio no se vuelva loco haciendo birdies". Allenby cree que es el mayor enemigo pero no el único, y se ha mostrado muy contento con su mejoría e el putt. Allenby, además, ha querido mojarse y cree que el ganador en Castellón reflejará una tarjeta de -20 o -25 porque el tiempo va a ser bueno y los greenes están blandos.
Robert Allenby también habló de cómo se recuperçó hace 9 años de un accidente de tráfico. "No tiene nada que ver con el accidente de Kaymer. Fue muy duro y tuve suerte de salir adelante. Me rompí el esternón al salir disparado y tardé tres años en volver. Fue duro porque cuando tuve el accidente estaba en mi mejor momento, pero pude salir y recuperarme de las secuelas físicas y sobre todo psíquicas".
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