El malagueño, que salió a la final con cuatro golpes de ventaja sobre el cántabro Mariano Sáiz, volvió a firmar la mejor tarjeta de la jornada, esta vez de 65 golpes, cinco bajo par, curiosamente la más alta de su apabullante victoria que constituye su primer triunfo como profesional.
“La verdad es que he tenido unas sensaciones muy buenas durante todo el torneo. Mi intención era salir a la final con opciones de victoria y esta semana, además de hacerlo así, he podido mantenerlo lo que es una satisfacción extra. Por otra parte, la sensación de ganar es... como quitarte una espina que llevas clavada desde que empiezas a competir, porque todo profesional quiere ganar. Todos nos vemos capaces de ganas y vemos que no lo conseguimos y, cuando sucede, es como una liberación”, comentó Quirós.
“Cuando he acabado me he acordado de mucha gente que me ha apoyado, pero especialmente he dedicado mi victoria a mi familia, a mis hermanos y mi madre, pero sobre todo a mi padre, que falleció hace seis años y no me pudo ver nunca ganar. Le prometí que mi primera victoria se la dedicaría y eso hago. También me he acordado de Sara, una persona que siempre me ha estado apoyando, animándome a que siguiera y no abandonara el golf y, naturalmente, a mis patrocinadores, el municipio de Benahavís y a Patrimonio, una empresa suiza que siempre ha tenido mucha confianza en mí”, añadió.
Para el futuro, "principalmente seguir en la misma línea y seguir trabajando, para que me lleguen más jornadas como ésta. La semana próxima juego en Madrid pero, sobre todo, estoy muy centrado en la segunda etapa de la Escuela, que es mi objetivo principal ahora mismo. Creo que si la paso y llego a la final tengo muchas opciones de conseguir la tarjeta del Circuito Europeo, porque se juega en el PGA Golf de Catalunya que es un campo que me va muy bien, me gusta mucho y me siento cómodo.
He jugado las cuatro últimas finales de la Escuela seguidas, tres en San Roque y una en el PGA Golf de Catalunya. En San Roque llegué a sacar la tarjeta una vez y el año pasado, en Gerona, no llegué en buen momento y no conseguí el objetivo. Espero este año conseguir la tarjeta y manejarme mejor en el Circuito Europeo que la vez anterior. Pero lo cierto es que apenas había competido como amateur a nivel internacional cuando me hice profesional y enseguida me dediqué a dar clases. Es decir, que cuando llegué al Circuito Europeo en tan poco tiempo llegué demasiado “nuevo”, porque no había tenido apenas competición. La experiencia, pese a todo, fue muy positiva por las enseñanzas que saqué y que para conocerlas hay que vivirlas; no se aprenden con lo que te digan, hay que estar ahí. Como último consuelo, si fallo, espero conseguir la tarjeta del Circuito poder acceder al Challenge, que es un circuito con poco dinero pero en el que se adquiere mucha experiencia, porque el nivel de juego es altísimo”.
En segunda posición terminaron empatados Gabriel Cañizares (cuatro birdies, tres bogeys); Eduardo Fernández (cuatro birdies, dos bogeys); y Mikel Galdós (cuatro birdies, dos bogeys y un doble bogey), pero ninguno inquietó al brillante ganador a lo largo de la final.