Es el medio de comunicación que más audiencia concita y es por eso que se cuidan hasta los más pequeños detalles. Los patrocinadores, los diferentes equipos y los mismos deportistas son conscientes de que todos sus movimientos en su escenario, son seguidos meticulosamente por una cantidad de cámaras notables. Los diseñadores de los diferentes vestuarios planifican los colores, los tamaños y los diseños en función de lo que se verá a través de la pequeña pantalla.
En otro orden de cosas, los que solo nos fijamos en el juego propiamente dicho, pasamos un poco de todas estas historias marketinianas y vamos directos al turrón. En el caso del golf, nos fijamos en los diferentes swines de los jugadores, sobre todo en esas imágenes a cámara lenta, que tanto nos aportan. Y que decir del juego corto. Creo que la televisión juega un papel didáctico de primera magnitud. También somos testigos en primer plano de las reacciones y gestos de los jugadores, de nuestros ídolos. En el caso de los niños y adolescentes, que son como esponjas, asimilan todos y cada uno de los lances que componen un partido de golf retransmitido por televisión para luego intentar hacer los mismo cuando estén ellos con un palo en las manos practicando en el Campo.
Viene esto al hilo de unas imágenes que todos pudimos ver en la segunda jornada del torneo de Abu Dhabi. Volvieron los gestos que parecían olvidados por parte de nuestro golfista mejor cualificado, Sergio García. Patadas a una botella de agua, tirar el palo de mala forma después de un mal Golpe, etc. En fin un muestrario de cosas que no se pueden hacer cuando hay sobre él varias cámaras lanzando esa señal a los cinco continentes y cuyas imágenes, a buen seguro, estarían siendo devoradas por muchos aficionados, entre los que me encuentro, y sobre todo por muchos niños, que copian no solo lo bueno, sino también lo malo. Luego no es de extrañar, y el que más y el que menos hemos sido testigos de ello, ver esos mismos gestos en los diferentes campos realizados por personas de diferentes edades y no precisamente los excelentes golpes del castellonense.
Pongo el caso de Sergio porque nos atañe más de cerca y porque lo admiramos mucho, pero hay más casos. En este apartado no libra ni el mismísimo Tigre, número uno indiscutible. También está esa estirpe de jugadores modélicos en todos los sentidos que no descomponen el plano aunque su bola se haya ido al agua tres veces en el mismo Hoyo. Me imagino que la guardia pretoriana que rodea a Sergio tratará de que su imagen sea la mejor en todos los aspectos. Este creo que sería un punto a mejorar además de los diferentes lances de un juego en el que es el número dos del mundo y el líder de la Carrera hacia Dubai.