¿Alguien de los que está leyendo estas líneas hubiera dicho que a finales de esta temporada Sergio García iba a ser el número dos del mundo?
Yo, sinceramente, no. Abrigaba la esperanza de que pudiera ganar algún Major, de que subiera algún puesto y de que mejorara su juego y, sobre todo, su putt.
Sin embargo, ni siquiera con la ayuda de Stan Utley, el gran gurú en esto del Green, hubiera pensado en ver al jugador nacido en Borriol por detrás de Tiger Woods en la Clasificación Mundial, con tres grandes torneos ganados en 2008 –The Players Championships, en Estados Unidos, Castellón Masters y HSBC, en Shangai, como líder en 2009 de la Race to Dubai y como nueva referencia del golf universal. Ahora, por detrás de él están, entre otros, nada menos Mickelson, Singh, Harrignton, Karlsson, Villegas, Westwood, Kim y Stenson.
García parece que ha llegado a su mejor estado de forma. Habla ya claramente de “que su siguiente gran objetivo va a ser ganar algún Grande” -¡a ver si es verdad!- y de que “es muy excitante estar tan cerca del número uno”. Un líder que lleva seis meses lesionado y sin jugar y que a pesar de eso saca al segundo, a Sergio, 6,58 puntos, lo mismo que Sergio le saca al número 59 del Ranking Mundial, el australiano Brendan Jones.
Igual dentro de un año tenemos que escribir que Sergio es número uno del mundo. Si lo logra entonces estaremos hablando de él como uno de los mejores jugadores de toda la historia y de Stan Utley, quien ha mejorado sus eternos, y parece que acabados, problemas con el putt, no como un gurú del juego corto sino como la piedra filosofal de un deporte que a partir de ahora, seguro, le va a reportar decenas de nuevos clientes en busca del milagro.