La figura de Tiger Woods sigue siendo central en el mundo del golf, incluso en un momento en el que su futuro competitivo permanece lleno de incertidumbre. Tras someterse este otoño a su séptima operación de espalda, el ganador de 15 grandes afronta un nuevo proceso de recuperación que, como él mismo ha reconocido, será largo y exigente. A sus 49 años, Woods se encuentra en una encrucijada: la posibilidad de volver a competir está presente, pero aún no existe un calendario definido para su regreso.
El propio jugador lo expresó con claridad en su primera comparecencia pública tras la intervención, durante el Hero World Challenge: “Acabo de empezar este proceso. Un reemplazo de disco lleva tiempo. Es más largo —aunque no tanto como una fusión, gracias a Dios—, pero va a requerir paciencia”. Sus problemas de espalda comenzaron en 2014 y, en los últimos doce meses, ha tenido que pasar por dos procedimientos quirúrgicos consecutivos. A ello se suma la rotura de un tendón de Aquiles sufrida este mismo año, lo que ha complicado aún más su estado físico.
En este contexto, Woods se muestra prudente. Aunque ha sido autorizado recientemente para realizar golpes cortos como chips y putts, el siguiente paso será recuperar fuerza y explosividad en su juego. “Estoy deseando volver a jugar otra vez. Déjenme hacer eso, y después ya decidiré cómo será el calendario. Estoy lejos de tomar ese tipo de decisiones y compromisos. Por desgracia, ya he pasado por este proceso de rehabilitación antes. Es paso a paso. Una vez que recupere sensaciones en la práctica, en el juego y en la recuperación, podré evaluar dónde jugaré y cuánto jugaré”, explicó.
La traducción del texto que resume su situación actual refleja bien este momento de transición: “La búsqueda de Tiger Woods de un esquivo decimosexto campeonato mayor podría reanudarse algún día, pero aún no está claro cuándo ocurrirá realmente. Sus 15 victorias en grandes lo sitúan segundo en la lista histórica, solo por detrás de Jack Nicklaus. Sin embargo, su carrera se ha visto interrumpida por una larga lista de lesiones y operaciones. En los últimos años, los problemas de espalda han sido su mayor obstáculo. Este otoño, Woods se sometió a un séptimo procedimiento para tratar su espalda. En sus primeros comentarios públicos desde la operación, compartió su esperanza de volver eventualmente, aunque advirtió que no existe un calendario para un posible regreso”.
El calendario competitivo tampoco juega a su favor. Woods no se espera en el arranque de la temporada de la TGL, y su última aparición en un torneo fue en The Open Championship de julio, donde no logró superar el corte. De hecho, en 2025 solo consiguió pasar el corte en el Masters de Augusta, fallando en los otros tres grandes. A partir de 2026, tendrá la opción de competir en el PGA Tour Champions, circuito que permite el uso de carrito y se disputa a tres rondas, lo que podría facilitar su participación.
Mientras tanto, el golf mundial observa con atención. La posibilidad de que Woods vuelva a luchar por un decimosexto grande sigue viva, aunque su regreso dependerá de cómo evolucione su cuerpo tras esta nueva operación. Su legado, sin embargo, ya está asegurado: un jugador que ha redefinido el deporte y que, incluso en la incertidumbre, continúa siendo el centro de todas las miradas.