Jon Rahm es el único de los nuestros que mantiene una mínima posibilidad de dar guerra el domingo tras finalizar con una ronda de 71 golpes (PAR) que, unido al resultado de ayer de -1, le deja justo en el par del campo, un registro escaso a la vista de los resultados bajos que marcaron un segundo día de unas condiciones meteorológicas mucho más amables. Rahm concluyó a diez golpes de la cabeza, compartiendo el puesto 35 y solo pendiente de la jornada heroica de sábado que vuelva a meterle en el torneo. El de Barrika no fue capaz de aprovechar las asequibles condiciones de juego. Jon no estuvo fino en ninguna de las facetas del juego y sus números fueron especialmente negativos en los tiros a green con excesivos fallos a la izquierda y tampoco estuvo especialmente fino en los greenes de Royal Portrush. “Siete hoyos muy buenos, y del ocho en adelante… mal. No he tenido ocasiones cercanas para meterla. Cada vez que fallaba la calle estaba en muy mala posición. He tenido opciones, pero no las he aprovechado. Hoy, quitando tres hoyos, estaba facilísimo, hoy no hay excusa, he jugado mal”, comentaba un Jon Rahm abatido. “No es que no tenga esperanza de cara al fin de semana, es que estoy de muy mala leche”, concluía Jon a la prensa española desplazada a Portrush.