Con un inicio sólido, Jon Rahm ha comenzado su participación en el Open Championship, que se lleva a cabo en el desafiante recorrido de Royal Portrush, en Irlanda del Norte. El golfista originario de Barrika aspira a obtener su tercer título de Grand Slam, tras haber ganado el Masters de Augusta y el US Open. En la primera jornada del último major de la temporada, logró una tarjeta de 70 golpes, uno bajo par. Aunque este resultado podría considerarse modesto según sus estándares, Rahm expresó su satisfacción por haber terminado la vuelta en números negativos, especialmente en un campo que requiere una precisión extrema y donde las condiciones climáticas pueden variar drásticamente en pocos minutos.
— Golf en Movistar Plus+ (@MovistarGolf) July 17, 2025
El turno de mañana fue el que le tocó al vasco para iniciar su torneo, aprovechando unas condiciones relativamente estables. Desde el principio, demostró solidez en sus golpes de salida, encontrando la calle con regularidad, lo que le permitió atacar los greenes con confianza. Sin embargo, los primeros hoyos le presentaron dificultades en cuanto a anotaciones, ya que no pudo convertir las oportunidades de birdie que se le ofrecieron. A pesar de esto, mantuvo la calma y la concentración, sabiendo que en un torneo como el Open Championship, la paciencia es tan valiosa como el talento.
Los primeros indicios de brillantez se manifestaron en los hoyos 6 y 7, donde Rahm logró dos birdies que lo catapultaron a las posiciones más altas de la clasificación. Con un total de 34 golpes, concluyó los primeros nueve hoyos, una actuación destacada que prometía un día exitoso. Sin embargo, el comienzo de los segundos nueve hoyos trajo algunos obstáculos. Dos bogeys consecutivos en los hoyos 10 y 11 empañaron su buen inicio, pero Rahm no se dejó abatir y demostró nuevamente por qué es considerado uno de los mejores del mundo. En el hoyo 14, recuperó terreno con otro birdie que lo colocó en -1, resultado con el que culminaría su ronda.
Después de finalizar su ronda, Rahm se dirigió a los medios con la sinceridad que lo caracteriza. “Estoy contento por cómo he jugado, aunque me he dejado varias oportunidades en el camino. En este campo, cada golpe cuenta y hay que estar muy fino. He tenido buenos tiros, pero no he embocado los putts que necesitaba”, expresó. Además, admitió que su meta principal era acabar bajo par y mantener una posición competitiva para los días siguientes: “En un Open Championship pueden pasar muchas cosas. Lo importante es no descolgarse desde el principio y estar en la pelea. Hoy lo he conseguido, aunque sé que tengo margen para mejorar”.
La climatología, un aspecto fundamental en Royal Portrush, también fue mencionado por Rahm. “El viento ha estado tranquilo por la mañana, pero sabemos que esto puede cambiar en cualquier momento. Hay que estar preparado para todo. Este tipo de campos te exige estar muy concentrado y adaptarte rápido”, comentó. En cuanto a sus impresiones generales, el español mostró una actitud optimista: “Me siento bien física y mentalmente. Estoy jugando con confianza y sé que puedo hacer una buena semana. Este torneo es muy especial para mí, y ganar aquí sería increíble”.
La jornada matinal vio a varios jugadores sobresalir en la clasificación general con vueltas de -4, entre ellos el danés Jacob Olesen, el chino Haotong Lee y el inglés Matt Fitzpatrick. A solo tres golpes de los líderes se encuentra Rahm, lo que le brinda la oportunidad de avanzar en la segunda jornada. Por otro lado, Scottie Scheffler, el número uno del mundo, logró una vuelta de -3, lo que sugiere que los próximos días estarán marcados por una intensa competencia.
La candidatura de Rahm al título se fortalece con su actuación en la primera jornada, lo que también aviva las esperanzas de los aficionados españoles, quienes anhelan ver al golfista de Barrika alzar la emblemática Jarra de Clarete, un trofeo que solo ha sido obtenido por un español en toda la historia: Severiano Ballesteros. Gracias a su juego consistente, su mentalidad competitiva y su habilidad para superar momentos complicados, Jon Rahm se establece como uno de los principales protagonistas en esta edición del Open Championship.
Aún hay un largo camino por recorrer en el golf, pero ya se ha dado el primer paso. La preparación de Rahm para enfrentar el desafío es evidente, y su deseo de conquistar otro major permanece sin cambios. Si logra mantener el nivel que ha exhibido y mejora su putt en las rondas venideras, es indudable que estará compitiendo por el título el domingo. Tal vez, el León de Barrika vuelva a resonar en la cúspide del golf mundial.