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Isla Mauricio

Un paraíso tropical para todos los gustos

Un paraíso tropical para todos los gustos

martes 15 de abril de 2025, 12:05h

En el corazón del océano Índico, Isla Mauricio se presenta como un destino que combina playas de ensueño, aventuras emocionantes, una rica cultura y una oferta turística tan variada como irresistible. Desde su exquisita gastronomía hasta sus campos de golf de clase mundial, pasando por opciones para familias y parejas en busca de una boda inolvidable, Mauricio lo tiene todo.

La cocina mauriciana es un reflejo de su diversidad cultural, fusionando influencias africanas, indias, chinas y europeas. Platos como el rougail, una mezcla picante de tomate y cebolla acompañando carnes o pescados, y el carry, un guiso especiado de origen indio, son imprescindibles. Las samosas, triángulos de masa rellenos de legumbres o carne, son bocados populares en los mercados locales. Además, los mariscos y pescados frescos, preparados con especias autóctonas, deleitan a los paladares más exigentes. No es raro encontrar restaurantes que ofrecen langostas recién pescadas, camarones a la parrilla o curry de pulpo, acompañados de arroz o pan naan. Todo esto, con vistas al mar, claro está.

Más allá de sus playas, Mauricio ofrece una amplia gama de actividades para los amantes de la aventura. Desde iniciarse en el buceo en sus arrecifes de coral hasta practicar senderismo en rutas como Le Morne Brabant, la isla es un parque de aventuras natural. Para los que buscan emociones fuertes, hay paseos en barco rápido, parapente, escalada y barranquismo en ríos de montaña. En el Parque Nacional Black River Gorges se pueden recorrer senderos rodeados de selva, cascadas y fauna endémica. También es posible hacer kayak en lagunas tranquilas o nadar con delfines en libertad en la bahía de Tamarin.

Campos de golf de clase mundial

Mauricio se ha consolidado como un destino de golf de renombre internacional. Sus campos, muchos diseñados por leyendas como Ernie Els, Louis Oosthuizen o Bernhard Langer, están repartidos a lo largo de la isla y ofrecen vistas panorámicas que convierten cada partida en una experiencia sensorial.

El campo de golf de Île aux Cerfs es uno de los más espectaculares del mundo: accesible solo en barco, está situado en una isla privada rodeada de playas de agua turquesa. Otros campos destacados son Anahita, Heritage Golf Club o el Avalon Golf Estate. Todos cuentan con instalaciones de primera y academias para jugadores de todos los niveles.

Conexiones aéreas desde España

Aunque no existen vuelos directos durante todo el año, desde España se puede llegar a Isla Mauricio con escalas cómodas en ciudades como París, Londres, Dubái o Doha. Aerolíneas como Air France, Emirates, Lufthansa o Qatar Airways ofrecen vuelos regulares con una duración total de entre 11 y 13 horas, dependiendo de la ruta. Durante la temporada alta (especialmente de noviembre a abril), algunas compañías como Iberojet o World2Fly operan vuelos chárter directos desde Madrid, lo que facilita aún más el acceso a este edén tropical.

En cuanto a la oferta hotelera La isla cuenta con una oferta excepcional que se adapta a todos los perfiles de viajero. Desde resorts de ultra lujo como The Oberoi, One&Only Le Saint Géran o Four Seasons hasta hoteles boutique y apartamentos turísticos más accesibles, Mauricio ofrece comodidad y hospitalidad en cada rincón. Muchos complejos ofrecen régimen todo incluido, spas, clubes infantiles, actividades náuticas gratuitas y hasta campos de golf privados. Algunos incluso disponen de villas privadas con piscina, ideales para escapadas románticas o vacaciones familiares.

Bodas y turismo familiar

Mauricio es uno de los destinos más demandados del mundo para bodas en el extranjero. Sus paisajes idílicos, combinados con servicios especializados en organización de eventos y una legislación que facilita los trámites, lo convierten en el lugar perfecto para celebrar el amor.

Playas al atardecer, jardines tropicales, islotes privados… Las opciones son infinitas. Muchos hoteles ofrecen paquetes de boda que incluyen ceremonia, fotógrafo, decoración, menú y luna de miel sin salir del resort. Y todo con el sello de la calidez mauriciana.

Aunque muchos lo asocian con el turismo de lujo y las lunas de miel, Mauricio es también un destino ideal para familias. Su clima cálido, la seguridad, la amabilidad de la población y la variedad de actividades lo hacen perfecto para viajar con niños. Desde parques naturales como La Vanille (hogar de tortugas gigantes) hasta acuarios, rutas en quad, avistamiento de cetáceos y clubes infantiles en los hoteles, los más pequeños encontrarán siempre algo divertido que hacer. Además, muchas playas tienen aguas calmadas y poco profundas, ideales para ellos.

Pero si por algo es famosa Isla Mauricio es por sus playas de arena blanca, bordeadas por aguas cristalinas y protegidas por una barrera de coral que suaviza las olas del océano Índico. A lo largo de su perímetro costero, de más de 300 kilómetros, se despliega un catálogo de playas capaces de enamorar al viajero más exigente.

En la costa oeste, destaca Flic en Flac, una de las playas más largas de la isla. Con su ambiente relajado, aguas tranquilas y atardeceres memorables, es ideal tanto para nadar como para disfrutar de un picnic en familia. Más al sur, la playa de Le Morne es un paraíso para los amantes del kitesurf, enmarcada por la majestuosa montaña del mismo nombre, Patrimonio de la Humanidad. La costa este ofrece una experiencia más salvaje, con playas como Belle Mare, famosa por sus tonos turquesa y su brisa refrescante. Aquí, los resorts de lujo se funden con la naturaleza sin restarle protagonismo al entorno. Es también una de las mejores zonas para ver el amanecer sobre el mar.

En el norte, playas como Mont Choisy y Pereybère combinan aguas calmas con vida local. Son ideales para quienes buscan una atmósfera auténtica, con puestos de comida callejera y alquiler de kayaks. Muy cerca, Grand Baie es el epicentro de la vida nocturna y la diversión náutica, con excursiones a islas cercanas como Coin de Mire o Île Plate.

Finalmente, en el sur, la costa se vuelve más escarpada, con playas como Gris Gris, donde el océano golpea con fuerza los acantilados. Aquí no se viene a nadar, sino a contemplar la naturaleza en su estado más dramático y fotogénico.

Port Louis, una capital vibrante y multicultural

La capital de Isla Mauricio, Port Louis, es mucho más que un centro administrativo. Se trata de una ciudad vibrante, caótica por momentos, pero fascinante en su mezcla de culturas, colores y contrastes. Fundada por los franceses en el siglo XVIII, Port Louis conserva edificios coloniales como la Casa del Gobierno o el Fuerte Adelaide (La Citadelle), desde donde se obtiene una vista panorámica espectacular.

El mercado central es el corazón palpitante de la ciudad, un laberinto de aromas, frutas exóticas, especias y comida callejera. Aquí es posible saborear la verdadera identidad mauriciana entre “dholl puri”, “gateaux piments” y zumos de caña de azúcar.

El Caudan Waterfront ofrece una versión más moderna de la ciudad: un paseo marítimo con tiendas libres de impuestos, cafés, museos como el Blue Penny (hogar de uno de los sellos más valiosos del mundo) y vistas al puerto. La convivencia religiosa es otro de sus rasgos distintivos: iglesias, templos hindúes, mezquitas y pagodas coexisten en armonía, reflejando la tolerancia y el mestizaje que definen al país.

En definitiva, Isla Mauricio es mucho más que un destino de sol y playa. Es un mosaico de culturas, una reserva natural de emociones, un lugar donde cada viajero —ya sea gourmet, deportista, romántico o aventurero— encuentra su espacio. Su belleza paisajística, su oferta de ocio y su hospitalidad hacen de esta isla un rincón del mundo que se visita una vez… y se recuerda para siempre.

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