Alfredo García Herdia decidió reivindicarse en el Acciona Open de España con la ronda más baja del día. Una tarjeta de 64 golpes (-7) que le llevó directamente a la cuarta posición con -9 solo dos por detrás del líder, el francés Matthieu Pavon. El francés aprovecho las condiciones más favorables de la mañana para dejar un -11 en la casa-club, coincidiendo con la mayor eclosión de público en el tee del hoyo 1, donde pasadas las dos de la tarde Jon Rahm tenía su cita con el segundo recorrido al campo madrileño.
Pero volvemos al protagonista de la jornada. ”Hoy lo he pasado bien, porque generalmente cuando uno juega bien lo pasa bien. Llevo jugando muy bien las últimas cuatro semanas, desde que envié un vídeo a mi entrenador, Jorge Parada, y me dio un consejo. ¡Ya me lo podía haber dicho hace cuatro meses! (risas) Estos días ha estado conmigo por aquí y se nota, claro". El presigioso entrenador, Jorge Parada, afincando en Estados Unidos es también primo de Alfredo. "Vio que en la subida mi hombro izquierdo se iba un poco para atrás, y así se descompensaba a veces la bajada. Me lo dijo y desde entonces he jugado bien en Portugal, en Francia y ahora estos dos días. Son pequeños detalles que marcan la diferencia en la alta competición". El asturiano desvelaba las claves de los ajustes trabajados por videollamada. "Del 1 al 10 hoy me pongo un 8. He tomado las decisiones correctas, he pegado sólido, he salvado situaciones complicadas,… Vueltas así merece la pena jugarlas.”, resumía así su gran día de golf.
Las buenas noticias españolas también llegaron de la mano de dos jugadores locales, Alejandro del Rey y Gonzalo Fernández Castaño. Del Rey uno de los grandes pegadores del circuito, terminó séptimo con 7 bajo par; “aquí en Madrid hay que hacer pocas para ganar. Hay que estar siempre en calle y coger los greenes, que se irán poniendo duros. Las banderas son exigentes, y dejarlas cerca desde el rough es muy complicado.” Mientras que Gonzalo Fernández-Castaño concluyó con -6, cinco bajo el par en el día en el que celebraba su cumpleaños número 43 “el mejor regalo que podía hacerme”, palabras del ya veterano golfista que busca un nuevo acicate para reengancharse competitivamente al deporte que tanto le dio en el pasado. “¿Se puede decir que ha sido mi mejor vuelta en años? Pues posiblemente. Al principio iba muy centrado en estar dentro del corte, pero luego he empezado a sentirme muy cómodo en el campo y he visto que puedo estar ahí dándome opciones el fin de semana. Creo que me he ganado el derecho a soñar”, Gonzalo era hoy un hombre feliz.
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